Ayer, en las instalaciones de Madero Tango, se presentó el denominado Plan Estratratégico Agroalimentario (PEA) 2020. Si bien el tema central fue la optimización de la producción de alimentos en la Argentina, dos fueron las informaciones más importantes: por un lado, la intención oficial de aumentar el stock vacuno a 54,5 millones de cabezas; por el otro, la previsión de una cosecha de soja de 65 millones de toneladas de aquí a seis años.
Stock vacuno y retención de vientres
El gobierno se fijó como meta elevar el stock vacuno a 54,5 millones de cabezas en un período de seis años, lo que implica incrementar los rodeos en un 5,5% a partir de nuevas políticas para aumentar el peso de faena y estimular las exportaciones, indicó el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Casamiquela.
El funcionario reconoció que en este segmento «hay que redefinir cuestiones» sobre las que se está trabajando. «Creemos que sería muy interesante, según lo conversado con la actividad privada, tratar de equilibrar el consumo interno con el aumento del proceso de exportación» de carnes, explicó el ministro.
La pretensión oficial es que la Argentina recupere un nicho de mercado externo de entre «700 mil a 1 millón de toneladas» de carne vacuna y sostenga a la vez un consumo interno de hasta 2,6 millones de toneladas, es decir de 54 a 60 kilos anuales por habitante. Para ello, Casamiquela habló de la necesidad de elevar el peso de faena hasta obtener animales de entre «450 a 480 kilos» y disponer las medidas para incrementar también la tasa de destete y llevarla a valores del «63 al 68 por ciento».
Otro de los desafíos planteados por las autoridades para generar este tipo de políticas está dado, según lo expuesto, por la necesidad de adoptar acciones para estimular la retención de las vacas y evitar que estas sean enviadas a faena de manera anticipada.
Asimismo, el funcionario expresó su confianza en la posibilidad de aumentar la producción cárnica vacuna de los actuales 2,8 millones de toneladas hasta un techo de 3,5 millones en el 2020. Los datos oficiales prevén alcanzar ese año un consumo interno de carnes de 122,3 kilos anuales por habitante, de los cuales el 59% sería carne vacuna (es decir unos 72 kilos per cápita) y otro 35% de aviar (unos 42,5 kilos anuales).
Por ello, Agricultura apuesta a elevar en los próximos seis años la producción cárnica a un total de 7,6 millones de toneladas, de las cuales 3,5 millones corresponderían a producción bovina y otras 2,6 millones a carne aviar.
Sin embargo, desde el ámbito oficial admiten también la necesidad de atender, un tema controvertido, como es «la disminución de hembras (vacas) a la faena, con retención y moderado aumento del número de madres», con el objeto de recomponer los rodeos.
Más allá de que las autoridades pecuarias reconocen que se logró aumentar el stock de hacienda bovina «en los últimos tres años», una de las claves para gestar una mejora está dada por las posibilidad que se tengan de evitar la pérdida de futuras madres.
Aumento en la cosecha de soja
En otro tramo de la presentación, los representantes oficiales vaticinaron que dentro de seis años la Argentina podría obtener una cosecha de soja de 65 millones de toneladas y sumar otras 22 millones de toneladas de trigo a través del aumento de la productividad y también de la superficie cosechable.
Tras formalizar una modificación de los números de las cosechas y producciones que se podrían lograr en el 2020, Casamiquela -junto al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y sus pares Carlos Tomada (Trabajo) y Lino Barañao (Ciencia)- consideró como posible «lograr un crecimiento de un 50% de la producción actual al 2020″.
A su tiempo, Capitanich reconoció que para alcanzar estas metas productivas se deberá atender cuestiones tales como «la reforma del mercado de capitales; el seguro multirriesgo, que debe tratar el Congreso; la logística integral, con obras en trenes, rutas y puertos; la baja de costos; la mejora del tipo de cambio efectivo y el fortalecimiento de la organización social».
Otras cifras
Casamiquela indicó que la producción agropecuaria y forestal, incluyendo frutas y hortalizas, superaría las 247 millones de toneladas anuales, de las cuales la producción granaria rondaría las 155 millones de toneladas, cifra que sería levemente inferior a los 160 millones propuestos en la etapa inicial del PEA.
Para alcanzar estas metas, Casamiquela consideró necesario «estimular» dichas acciones a través de «herramientas de financiamiento, generar un aumento de la superficie cultivable y proceder a un aumento del volumen de producción, sin que esto produzca desfases en cuestiones que hacen a la fertilidad de los suelos».
Del total de producción del sector, Agricultura prevé que en el 2020 se lograrán cosechar hasta 84,6 millones de hectáreas de cereales y otros 69,8 millones de granos oleaginosos, mayoritariamente soja.
En el caso puntual del trigo, Agricultura informó que el PEA propone alcanzar un cultivo de hasta 22 millones de toneladas en un plazo de seis años, tras cumplir con el cultivo de 6,3 millones de hectáreas.
En soja, la previsión propone incrementar hasta 65 millones de toneladas la producción, sobre un área de 21,3 millones de hectáreas, en tanto que en para el maíz, la propuesta prevé una superficie a trillar de 7,1 millones de hectáreas, para obtener 48,3 millones de toneladas.
Casamiquela invitó a «discutir abiertamente» los alcances propuestos para el PEA, que comenzará «luego del Mundial», el 15 de julio, con la convocatoria por parte de Agricultura de las distintas cadenas productivas.
El funcionario consideró que, junto a otros ministerios, se buscará generar políticas para «diversificar exportaciones y pensar en mercados no tradicionales».
FUENTE: DyN
11 de junio de 2014
casamiquela debría leer el discurso q pronuncio en el congreso en 1958 el dr. frondizi, dejaría de engañar ala juventud sobre el campo. lo q tiene q hacer cierra boca.