Para el mercado de las legumbres, la pandemia global del nuevo coronavirus no fue una mala noticia: el consumo, lejos de mermar, se incrementó ante la necesidad de las familias de garantizarse la oferta de proteínas pero a un menor costo que las que tienen, por ejemplo, las carnes rojas.
Este es uno de los temas que se debatió durante la primera conferencia de la serie de “Conversaciones con los Expertos”, organizadas por la Confederación Global de las Legumbres (GPC por sus siglas en ingles). Se trata de encuentros virtuales que nuclean a personas referentes del mercado internacional de las legumbres, que comparten su visión sobre las perspectivas de mercado para productos como porotos, garbanzos, arvejas y lentejas.
En la primera de estas conferencias se abordaron las perspectivas para el poroto colorado y rayado. La producción mundial de este tipo de porotos alcanza a 1,7 millón de toneladas, donde el continente americano es el gran protagonista en lo referido a volúmenes producidos. América del Norte produce unas 900 mil toneladas de poroto Pinto, América Central unas 450 mil toneladas de la variedad Small Red.
Las variedades Light Red Kidney, Dark Red Kidney y Cranberries se producen en toda América, siendo Argentina uno de los mayores productores de estos últimos. A estos números debe sumarse unas 3 millones de toneladas que produce Brasil del tipo Carioca, variedad de consumo exclusivo dentro de su territorio.
El analista fue Randy Fairman (Fairman International Business Consulting) y la moderadora fue Katia Sambin (Chippewa Valley Bean). Los panelistas fueron Matías Macera (Desdelsur S.A.), Marcelo Lüders (IBRAFE), Felipe Sandoval (BeGrait), Tewodros Yilma (Alpha Trading Partners), Weihua Meng (Nanjing Bonagro International Trading) y Alejandro Leloir (US Dry Bean Council).
De acuerdo con lo que expresaron los expertos, en todo el mundo se detectó un incremento del consumo de porotos de color, que en algunos casos puntuales fue hasta del 200 por ciento, como ocurrió con los enlatados en Estados Unidos. Esta demanda activa combinada con una oferta retraída por problemas climáticos en varios países productores, provocaron que el horizonte de precios para los porotos de color sea bueno.
Los pilares del debate fueron tres, donde uno de ellos fue el aumento de consumo registrado en países productores y exportadores, con las consecuentes caídas de saldos exportables. El otro pilar pasó por el cambio de posición comercial de China, que está pasando de ser exportador de este tipo de productos a importador neto y el mundo debe prepararse para ello. El tercer punto pasó por ver de donde pueden salir los saldos exportables nuevos que son necesarios producir y en este punto la Argentina tiene una especial responsabilidad de ponerse al frente de la generación de esta oferta potencial.
Una ventaja estratégica que tiene el país es que su producción se comercializa en el exterior casi en su totalidad, por lo que puede responder mas rápido que otros orígenes al aumento de la demanda global, sin que un aumento del consumo interno afecte sus saldos exportables.
Según la mirada de los expertos, el aumento del consumo ocurrido en lo que va de la pandemia es probable que aminore la velocidad, pero que se mantenga a lo largo de los próximos meses.
La demora que tendrán las economías en recuperarse hará que permanezca la demanda alta por productos con buenos niveles de proteínas y más económicos que las carnes, como son las legumbres.
Asimismo, consideraron que es probable que la ola de consumo saludable que viene creciendo en los últimos años, se potencie a partir de la experiencia que deja el Covid-19.
En este marco, la “reacción” que se espera de la Argentina no solo demandaría un esfuerzo del sector privado productivo, sino también del público, debido a la necesidad de acordar protocolos sanitarios con China y reducción de tarifas de importación de otros países demandantes de porotos de color.
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