Las lluvias registradas principalmente en el norte bonaerense y sur de Santa Fe traban las posibilidades de avanzar con la siembra de trigo, producto de la falta de piso y el elevado nivel que experimentan las napas.

Así lo indicó hoy el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) que elaboró la Bolsa de Comercio de Rosario, que refirió que el avance de la siembra triguera «es del 35%» del área apta para cultivar y lamentó que «la intención empieza a tambalear».

«Pasa el tiempo y la siembra sigue muy trabada por la falta de piso», expresaron los especialistas de la entidad rosarina, que además reconocieron que los pronósticos previos ofrecían un incremento del 15 al 20% en el área triguera en la zona núcleo.

Por su parte, la Bolsa de Cereales porteña indicó que la siembra de trigo ronda el 20,1% de las 4,3 millones de hectáreas previstas, que de concretarse dicha superficie permitiría registrar un incremento interanual del 18,8% respecto a la campaña 2013-2014.

Hasta el momento se cumplió con la cobertura de 860 mil hectáreas en los campos que se destinarán al cultivo de trigo, un área que se ubica muy por debajo del 1,2 millón de hectáreas que ya estaban sembradas a igual fecha del año pasado, hecho que se le atribuye a la situación climática que presenta la región.

Es por ello que desde la Bolsa rosarina se reconoció que «las nuevas lluvias, registradas sobre la región núcleo, amenazan la intención de siembra de trigo», ya que la campaña comenzó «con napas al límite de la superficie».

Las lluvias y tormentas registradas en los últimos días, con una abundante caída de agua y hasta granizo, lleva a que la primera quincena de junio concluya con lotes cuyos suelos se muestran saturados y con profundas huellas por el paso apurado de las cosechadoras, en la búsqueda de apurar la trilla de soja y maíz.

Según los técnicos de la entidad rosarina, «la situación más crítica se encuentra en el norte de la provincia de Buenos Aires: en esta última semana se avanzó sobre los lotes que restaban cosechar de soja«.

También se consideró que «en las zonas más complicadas no se pudo ingresar y con nuevas lluvias es muy probable que se pierdan: allí sólo se pudo sembrar un 10% del trigo intencionado y nuevas precipitaciones seguirán frenando las labores».

Los especialistas reconocen que «pasó» la fecha óptima de siembra de los ciclos largos y por tal motivo «preocupa» la continuidad del mal tiempo que exhiben las distintas zonas trigueras.

Es por ello que desde la producción se avanza con la necesidad de reajustar los procesos de siembra, lo que genera que en muchos campos con exceso de humedad se descarte la posibilidad de incorporarlos con trigo.

Más allá de lo que ocurre en la zona núcleo, en el centro y sur de Santa Fe y este de Córdoba, que lograron escapar a las lluvias, se muestra fluidez en los trabajos de siembra: allí se alcanzó casi la mitad de la superficie esperada para el trigo.

FUENTE: DyN

13 de junio de 2014