El sector de ganados y carnes sigue con problemas en el frente. Desde el lado de la producción, los ganaderos se quejan de un precio que sube a cuentagotas en los animales en pie, mientras en la otra punta de la cadena los consumidores pagan precios inaccesibles. Como si fuera poco, la industria frigorífica sigue cerrando puertas. Frente a la caída de las exportaciones, y teniendo en cuenta la política de enclaves que dictó el Gobierno de vender partes iguales en mercado interno si se quieren obtener ROEs para exportar, para muchos dejó de ser negocio la faena. Situación generó medidas de protesta la semana pasada, a las que se plegaron varias entidades.
De hecho, frente a este paro de 72 horas que realizaron los trabajadores de frigoríficos entre el martes 8 y el jueves 10 de abril, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se solidarizó con la protesta que hace eclosión como consecuencia de las políticas en ganado y carnes implementadas por el gobierno nacional desde 2006 y hasta la fecha.
Para Pedro Apaolaza, vicepresidente de CRA, “tanto el rumbo abordado por el ex Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno como el actual, Augusto Costa, son erróneos, producto del profundo desconocimiento sobre un sector que está padeciendo las consecuencias de sus decisiones”.
La entidad sostiene que las políticas implementadas han expulsados a productores ganaderos y trabajadores rurales de los campos, además de llevar a más trabajadores de las industrias frigoríficas a quedar sin trabajo, despojar los campos de animales y, en definitiva, sumir al país en una profunda crisis que lo saca de los mercados mundiales.
“Y lo más importante — sostuvo Pedro Apaolaza—, han engañado a la población en general, consumidora de carne, diciendo que todo se hacía con el fin de custodiar una ‘mesa de los argentinos’ que cada vez está más inaccesible para todos y todas”.
Para el dirigente, “el Gobierno, en cuestión de carnes, hizo todo mal, y lo peor de todo es que sigue empecinado en creer que sus políticas son exitosas. Están desquiciados”, remarcó Apaolaza.
“La mentira siempre se acaba tarde o temprano, y surge la verdad, que, como decía un ex presidente —ironizó—, es la única realidad. Y esta ya viene llegando, tarde, porque hemos perdido no sólo miles de cabezas de los campos, y miles de productores, sino también puestos de trabajo, y se ha dejado a miles de familias sin trabajo, producto de una política nacional y popular”, sentenció Apaolaza.
Salarios descuidados
En medio de la protesta que llevaron adelante los trabajadores de frigoríficos frente a la Secretaría de Comercio, Adolfo Silvio Etchehun, secretario general de Sicgba, Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne y sus Derivados del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la Provincia de Buenos Aires, no escatimó en críticas. “La incongruencia del gobierno nacional en la política de carnes desde el 2006 a la fecha tuvo siempre como variable de ajuste, para mantener un precio ficticio, el despido de miles y miles de trabajadores de la industria, provocando el cierre de plantas en Venado Tuerto, San José (Entre Ríos), Vivorata, Thomas Arias, y una lista interminable, (a la que) hoy se suman el cierre de otros dos, Estancias del Sur (Córdoba) y Hughes (Santa Fé). Sin embargo el precio de la carne sigue subiendo, subiendo y subiendo. No existen los ‘precios cuidados’, existe el salario cuidado”, se quejó Etcheun.
Desde el sindicato advierten que los precios al consumidor se disparan, pero que los frigoríficos cierran. “Hay 650% de aumento en el precio de la carne, 60 mil productores desaparecidos y precios inaccesibles para el pueblo trabajador”, se quejan.
Para Etcheun la situación ha dejado como saldo un sólo ganador “Ricardo Bruzzese (que pasa) de simple distribuidor a ser hoy el dueño del Grupo Frigorífico Penta”.
FUENTE: Perfil.com
14 de abril de 2014
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