El flamante ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, dejó entrever que lo que más le preocupa son las situaciones que actualmente viven la carne y el trigo. Se trata de dos sectores que, entre 2006 y 2013, sufrieron constantes y fuertes intervenciones por parte de la Secretaría de Comercio Interior -al mando de Guillermo Moreno-, bajo el argumento de «cuidar la mesa de los argentinos»
Algunos de los problemas que atraviesan hoy el trigo y la ganadería son los precios planchados al productor, las exportaciones trabadas, las autorizaciones más que discrecionales para embarcar mercadería, transferencia de rentabilidad de la producción primaria a otros eslabones de la cadena y la suba de precios al consumidor.
En el caso específico de la cadena triguera, sus integrantes se encuentran a la expectativa de lo que sucederá en la era post Moreno. Atravesaron el peor ciclo de los últimos 60 años, con una producción de tan sólo 8,2 millones de toneladas y cotizaciones récord de u$s780/ton. Si bien están esperanzados con los cambios en el Gobierno, hoy ni molineros, productores o exportadores ven indicios, en principio, de «luz verde» para algún saldo exportable que se estima habrá en la campaña 2013/14, actualmente en finales de cosecha y con 10 millones de toneladas ya en el circuito comercial. En el ciclo anterior, Moreno permitió a los exportadores comprar 5 millones de toneladas, de las cuales vendieron 3 millones al exterior. Así, estuvieron obligados a volcar el saldo en el mercado interno, convulsionado por la escasez del cereal y el consecuente aumento en los precios de la harina y los panificados.
Actualmente, con una cosecha que superaría los 10 millones de toneladas, los traders esperan definiciones. Este sector asegura que es fundamental saber cuánto y desde cuándo se podrá embarcar trigo, debido a que deberán salir a buscar compradores. Esta no será una tarea fácil, ya que Brasil, ante la traba en las exportaciones argentinas, garantizó a varios países extra Mercosur el trigo necesario con una reducción de aranceles.
Además, los empresarios aseguran que lo que suceda antes del 15 de diciembre con el trigo será un indicio de lo que les espera en la próxima campaña.
En el caso de la ganadería, Casamiquela resaltó el crecimiento del stock vacuno, que actualmente alcanza las 52 millones de cabezas. Sin embargo, la principal preocupación del sector se encuentra en la posibilidad de iniciar la liquidación de hembras -en septiembre fue del 43%- debido a la poca rentabilidad.
Los principales problemas que acusan los ganaderos son precios de la hacienda en pie congelados desde mediados de 2010, exportaciones planchadas y suba de costos. Con respecto a la cadena, aseguran que antes de que Moreno tomara las riendas en 2005 el stock argentino alcanzaba las 61 millones de cabezas, con exportaciones por 750 mil toneladas, un consumo por habitante de 68 kilos al año y una faena de 16 millones de cabezas anuales.
En cambio, hoy la cantidad de cabezas disponibles es de 51 millones; el consumo anual per cápita, de 64 kilos; las exportaciones son casi nulas y la faena alcanza, con suerte, los 12,8 millones de animales.
Además, entre 2006 y 2013 cerraron más de 120 frigoríficos, dejando sin trabajo a unos 12 mil obreros, y los precios del mercado interno subieron cerca del 200% desde 2010.
«Los exportadores fueron obligados a vender 2 millones de tn al mercado interno».Pobres,si apenas le ganaban el doble,que si lo vendìan al exterior.Casamiquela,el trigo se arregla facil.Liberen el mercado,dejen de beneficiar a los exportadores y los molineros,y piensen en el productor y el suelo.De esa forma,va a sobrar trigo en Argentina.Simplificando,hay que hacer todo al revès de lo que venìan haciendo.