El Observatorio de la Cadena de Leche Argentina (OCLA) estima que en 2020 se producirán 10.575 millones de litros de leche, es decir un 2,2% por encima del año pasado y se ubicaría como el valor más alto de los últimos años. Estas proyecciones “están elaboradas en un escenario muy turbulento e impredecible, y bajo las condiciones climáticas previstas en los pronósticos disponibles”.

También se aclara que las estimaciones trimestrales, los porcentajes de crecimiento son mayores en el primer y segundo trimestre, ya que se comparan sobre una base muy baja de 2019”.

Andrea Passerini, Coordinadora de la Comisión de Lechería de Carbap, consideró que la proyección “es técnica, pero la rentabilidad del tambero no se contempla”. Asimismo Passerini sostiene que la producción de 2019, con 10.343 litros de leche, “es casi la misma que la registrada hace 20 años, pero con muchas me nos vacas y tambos, dentro de un contexto de incertidumbre macroeconómica, un consumo interno que está lejos de levantar y exportaciones en caída. Producimos más leche de la que consumimos”.

Desde el punto de vista empresario, la coodinadora de Carbap y “tambera sobreviviente” sostiene que “si no estuviera en la actividad y me propusieran el tambo como proyecto en 2020, saldría corriendo. No puedo proyectar ni el mes que viene. La única referencia que tuvimos del nuevo presidente es que no tenemos nada que ver con la devaluación. No hay directores a nivel nacional ni en la provincia de Buenos Aires. En este gobierno nadie sabe ordeñar una vaca”.

“Es un milagro que siga existiendo la lechería en Argentina”, agregó Passerini. No es como la agricultura donde puedo dejar un año de sembrar un cultivo. Si no ordeño este año no vuelvo más. Es una muerte lenta, sin revanchas. Estamos produciendo a ciegas y tenemos que ser eficientes porque es la única manera de sobrevivir. El que tiene plata no la va a invertir en el tambo”.

Con respecto a la cantidad de tambos en producción, la OCLA estima que en 2019 quedaron 10.287 unidades productivas unas 1.000 menos con respecto al año anterior. Al respecto, Passerini comentó que la cifra total de tambos puede ser menor y “estamos en un achicamiento sostenido. En la gestión de Macri, si no se hubieran producido inclemencias climáticas, se habría generado una mayor oferta de leche, generando una baja en el precio y el cierre de tambos”.

Del otro lado de la cadena de la producción lechera, Miguel Paulón, presidente del Centro de Industrias Lecheras afirmó que “si estoy pagando el 45% en impuestos, el principal negocio de la Argentina es la evasión y compite en contra de la competitividad. No es en vano que nos quejemos de la informalidad”.

Por Luis Machado para Super CAMPO