Dejando a un lado la situación particular del mercado argentino de maquinaria, afectado por la situación económica general, el resto de los países de la región están pasando un muy buen momento. Por ejemplo, Brasil cerró el 2018 con ventas de 38 mil tractores y 5.800 cosechadoras.
En diálogo con Super CAMPO, Alfredo Jobke, Director de Marketing de AGCO en América Latina analizó la marcha y tendencias. El principal jugador regional es Brasil y los resultados de las cosechas han sido positivos y “esto se traslada al mercado de máquinas. El año pasado terminamos con ventas de 38.000 tractores y 5.800 cosechadoras, es decir un número interesante luego de una recuperación que tenemos en los últimos años. La expectativa para este año es continuar con esa tendencia”.
Uno de los principales motores de las ventas en el país vecino es el financiamiento que realiza el gobierno federal, con tasas y plazos muy convenientes para que los productores. Se espera que la nueva administración del presidente Jair Bolsonaro continúe en la misma senda. Según Jobke, “podríamos decir que es una política de estado porque en cierto modo es la base del crecimiento del mercado, por lo menos en el de máquinas. La ministra de Agricultura Tereza Cristina es del rubro, conoce del negocio, tiene bien clara las ideas y sabe que la financiación, lo mismo que en Argentina, es la base para cualquier crecimiento del negocio agrícola. No creemos que se produzca un cambio en el corto plazo”.
Una limitante para la producción agrícola brasileña está dada porque el 65% de su área está preservada ante cualquier intervención de actividad industrial o agrícola, por lo tanto la agricultura puede ganar superficie donde hoy se hace ganadería extensiva. Según Jobke, ese proceso en Argentina se viene dando desde hace tiempo pero en Brasil recién se está generando ese cambio en los últimos cinco años. Obviamente la demanda de granos continúa creciendo y la ley de apertura de nuevas áreas es bastante estricta. Lo que más facilita a incrementar el retorno y el rendimiento económico para los agricultores es hacer esa integración entre la agricultura y la ganadería.
Este proceso de intensificación está requiriendo maquinarias del segmento forrajero. “Se venden bastante las segadoras, obviamente, algunas picadoras de arrastre, de una o dos líneas y rotoenfardadoras. Además, está comenzando un negocio interesante donde participamos es el de fardos gigantes. El mercado de biomasa es el más representa el mercado de enfardadoras gigantes”.
En cuanto a los otros países del mercado latinoamericano (sin considerar Argentina, Brasil y México), el Director de Marketing de AGCO consideró que “viene muy bien, salvo Paraguay que tuvo un impacto de sequía junto con el estado de Paraná. Chile es uno de los principales compradores de tractores en la región. El año pasado el mercado terminó con 2.200 tractores, los cuales vienen por encima del promedio histórico. También está Colombia, con el sector de caña y economías regionales. Mi previsión es que las ventas crecerán entre 2 y 3% en 2019 en esta región”.
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