Esta semana, la Secretaría de Gobierno de Agroindustria de la Nación publicó una resolución que modifica el peso mínimo de faena de animales bovinos hembras, fijándolo en 140 kg peso res con hueso. Al respecto, el secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Etchevehere explicó “que hay zonas de la Argentina que por la manera del sistema productivo hacen inviable la terminación de las hembras en los tiempos y manejos productivos que los machos para alcanzar el mismo peso. Es por ello que fue pertinente esta medida para que la producción de hembras encuentre oportunidades de abastecimiento de los mercados en condiciones económicas razonables”.
Desde el Consorcio de Exportadores de Carnes de Argentina (ABC) consideran que representa a los exportadores de productos cárnicos bovinos consideran que con esta medida “se producirá menos volumen de carnes, a contramano total de las políticas de los países competidores, que incentivan permanentemente la faena de animales pesados y la recuperación en kilogramos del stock ganadero. Argentina volverá a tener medias reses de 70 kg en su comercialización de carnes, favoreciendo a determinados intereses particulares y castigando al bien general de todos los operadores de la cadena de ganados y carnes”. Desde el ABC estiman que “con la nueva medida Argentina producirá 22.000 toneladas de carne menos al año por un valor de 100 millones de dólares. En momentos que Argentina necesita más volumen de carne para abastecer el mercado doméstico e incrementar la oferta de carnes, resulta sumamente extraño poder entender quien o quienes serán los pocos beneficiados”.
Desde el punto de vista delos productores, Matías de Velazco, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), señaló a PERFIL que la baja del peso mínimo de faena “no está relacionada con que haya menos producción de carne, porque esa hembra que se podría llegar a vender con menos peso, le da mayor elasticidad al productor sobre cuándo vender. Los kilos que van desde los 150 a 300 son más lentos y más caros de producir, porque la hembra deposita mucha grasa. De esta manera hay mucha hembra retenida en el campo esperando llegar a ese peso. Al mismo tiempo, estamos pagando tasas bancarias del 60 al 70% mientras tenemos capital parado”.
IPCVA EN JAPÓN. El IPCVA tuvo un lugar destacado en el pabellón argentino de la feria Foodex Japan, que se realizó en Tokio. Japón es uno de los mercados de más alto poder adquisitivo abierto recientemente para la carne vacuna proveniente de la Patagonia argentina. “Hay mucho interés por nuestra carne”, destacó Ulises Forte, presidente del IPCVA quien recordó que la apertura de la Patagonia es el paso previo a la habilitación para el resto del país sobre la cual se está trabajando. “Estamos realizando intensas gestiones junto al Estado Nacional para que se aceleren los pasos burocráticos”, agregó y comentó al respecto que se llevaron a cabo reuniones a tal fin con el Embajador Argentino en Japón, Alan Beraud. La feria, que se llevó a cabo desde el martes 5 al viernes 8 de marzo, registró un alto movimiento de importadores interesados por la carne argentina que posee un stand con sector de degustación dentro del pabellón desarrollado por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional.
En octubre 2018, después de la apertura del mercado, el IPCVA realizó dos importantes eventos de promoción destinados a importadores, distribuidores y representantes de cadenas de hoteles y restaurantes de lujo. “Japón es un mercado premium, muy codiciado por todos los productores de carne a nivel mundial”, aseguró Forte. “Es un gran avance para la cadena que estemos aquí, promocionando nuestra carne. La apertura de Patagonia y los pasos que se están dando para lograr la apertura del resto del país son un claro ejemplo de la interacción virtuosa entre el Estado y los privados”, concluyó el presidente del IPCVA.
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