Por Luis Machado
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó el Lanzamiento de la Cosecha Gruesa 2020/21 y anticipó las cifras para el nuevo ciclo productivo.
En la apertura del encuentro, el Presidente de la Bolsa de Cereales, José C. Martins, señaló que “como Bolsa reafirmamos el compromiso de generar información transparente, valiosa y confiable. Información que sirva para promover debate y que ayude a generar políticas para el sector y para un país más inclusivo y federal.”
Por su parte, el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, destacó el esfuerzo de los productores argentinos que enfrentan una difícil campaña de trigo con la sequía, la cual disminuye las expectativas de producción, pero que al mismo tiempo mantienen el compromiso para la cosecha gruesa. Por otra parte, mencionó que «los insumos, aún con las tremendas dificultades que está teniendo nuestro país en materia de restricción externa, ya están disponibles” y auguran una campaña 2020/21 sin restricciones de accesibilidad a los mismos.
Menos producción
Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, destacó que el área sembrada será de 33,15 millones de hectáreas, cayendo 1,2 % con respecto a la campaña pasada, mientras que la producción será de 120,8 millones de toneladas de granos, que representan una reducción de 6,1 % en comparación con el ciclo anterior. De confirmarse este escenario, sería la segunda campaña consecutiva con caída en los números totales. La producción será de 17,5 Mt de trigo; 3,7 Mt de cebada; 3,1 Mt de girasol; 3 Mt de sorgo: 47 Mt de maíz y 46,5 Mt de soja.
Agustín Tejeda, economista Jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, comentó las decisiones de siembra de los productores se están tomando en un escenario de incertidumbre. “Los precios de insumos, con una campaña de precios al productor a cosecha pasó del mínimo de los últimos 5 años al máximo de los últimos 5 años en 3 meses. Tenemos esa gran variabilidad, que para el período de presiembra nos deposita en valores algo inferiores a los de la semana pasada. Los márgenes al productor se están moviendo un poco por debajo con respecto al año pasado. Hay otras fuentes de incertidumbre grandes que tienen que ver con las políticas domésticas, como la brecha cambiaria y los derechos de exportación, las cuales generan que los productores reciban menos. Ahí está desincentivo a la producción. El área sembrada va a caer pero habría tenido otro recorrido si no se hubiesen adoptado estas medidas”.
A los indicadores económicos, se le suma un pronóstico de un 80% de probabilidades de año «Niña», es decir con faltantes de agua disponible. Para Copati, «el escenario climático suma una restricción adicional al contexto y, sin lugar a dudas, será una de las restricciones. Ya hemos registrado el impacto del clima en los cultivos, cebada y girasol. Las expectativas eran superiores a los que finalmente se concretaron debido a las condiciones climáticas. La sequía generó reducciones en el área implantada de estos tres cultivos y es probable que en los próximos meses del impacto del 80% de año Niña genere trastornos en los cultivos de verano como soja y maíz».
Menos exportaciones y más recaudación
Tejeda también señaló que el Producto Bruto de las Cadenas Agrícolas (PBA) mostraría una retracción de -0,2% en 2021, alcanzando los 31.173 millones de dólares, que no le permitiría recuperarse de la caída estimada para este año 2020 en -5,7%. Las exportaciones, por su parte, se ubicarían en torno a 25.000 millones de dólares el año que viene, con una caída interanual de -3%. La única variable que mostraría un signo positivo sería la recaudación fiscal que llegaría a los 10.954 millones de dólares, reflejando una mayor presión impositiva sobre el sector.
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