Los números finales de la campaña de granos finos suministrados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indican que se alcanzó una cosecha récord de 23,1 millones de toneladas de trigo y cebada (9% más que el año pasado), que se traducirá en un aporte de 3.875 millones de dólares a la balanza comercial del país. Desde la entidad
afirman que “el clima fue el principal protagonista de la campaña y la modificación en los derechos de exportación no tuvo impacto en la superficie implantada, ya que la siembra había finalizado al momento de anunciarse dicha medida”.
Otro factor que contribuyó al éxito de este ciclo fueron los buenos precios a cosecha que había durante el período de precampaña, que se ubicaron un 21% por encima de los vigentes en la campaña anterior. De esta manera se generó una mejora significativa de la relación insumo-producto que alentó a los productores a
aumentar el área sembrada e invertir en mejores paquetes
tecnológicos.
A las señales de precios se sumó la necesidad de obtener ingresos para sobreponerse a los impactos negativos de la sequía y financiar la próxima campaña de granos gruesos. Haciendo un balance, en trigo se implantaron 6,2 millones de hectáreas (+9% respecto del ciclo previo) con campaña 2018/19.
En cebada se registró el rendimiento más alto de los últimos 11 años y con el millón de hectáreas sembradas arrojaron un volumen de 4,1 millones de toneladas, un 17% más que la campaña 2017/18.
En cuanto al clima, las heladas tardías y las abundantes precipitaciones, acompañadas por eventos de granizo y anegamientos, impactaron sobre el potencial de rendimiento de aquellos lotes de trigo que se encontraban transitando los períodos críticos de floración y llenado de grano.
Según la Bolsa de Cereales porteña, el rendimiento nacional del cereal alcanzó los 31,2 qq/ha, un 3% inferior al año pasado, no permitiendo concretar las estimaciones iniciales en torno a las 19,7 millones de toneladas. En cambio, el cultivo de cebada presentó un menor daño y promedió un rendimiento de 43,3 qq/ha a nivel nacional, superando en 1,3 qq/ha al recolectado durante el ciclo 2017/18.
Las exportación también podrían ser récord. Por los buenos precios del trigo y la cebada, los productores decidieron aumentar el área y, al mismo tiempo, incorporar más tecnología que se traduce en la compra de más y mejores insumos. Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires afirman que esto “tiene un efecto multiplicador en el resto de los eslabones de la cadena: proveedores de fertilizantes y fitosanitarios, comercialización, contratistas, servicios profesionales, molienda, transporte y exportación”.
Con esta campaña, el Producto Bruto de la Cadena Triguera (valor agregado) aumentaría un 29% este año, alcanzando los 3.900 millones de dólares según las estimaciones de la Bolsa de Cereales. “La cadena del trigo se convierte así en la de mayor crecimiento desde el cambio de políticas iniciado con el nuevo ciclo presidencial. Este crecimiento esta explicado tanto por el incremento del área sembrada y la producción, cómo por el incremento de los precios”.
En exportaciones, la Argentina podría igualar esta campaña el récord alcanzado en la 2016/17 en torno a 12,8 millones de toneladas. De hecho, en diciembre se embarcaron 2.227 millones de toneladas de trigo y cebada, un 12% más que el mismo mes del año pasado. Sumando trigo y harina, las exportaciones de la cadena triguera aportarían unos 3.175 millones de dólares.
Si se incorpora la cebada, la campaña fina contribuiría con 3.875 millones de divisas genuinas, un aumento del 35% respecto del ciclo anterior. El sector exportador e industrial han comprados el 53% y 51% de la producción 2018/19 de trigo y cebada, respectivamente, cuando en el mismo periodo de la campaña previa alcanzaban el 48% y 31%.
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