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18/06/2016

La cebada, relegada

Desde Aapresid indicaron que la relación de siembra entre ambos cereales va a cambiar esta campaña. El área de la cebada sería un 30% menor que la del año pasado.
Cebada. Los estudios confirmaron que la fertilización nitrogenada era clave: aumentaba tanto el rendimiento como el contenido de las proteínas de la cebada.

El área de siembra de cebada perdería espacio frente a las buenas perspectivas que ofrece otro grano fino como el trigo, motivo por el cual el área de cobertura se ajustaría a cerca de un millón de hectáreas, según fuentes privadas.

Informes de la Asociación Argentinas de Productores de Siembra Directa (Aapresid) expresaron la duda de cuál será el interés que despertará la cebada durante el presente ciclo 2015/16 tras el fin de las retenciones para el trigo y sin que se constate «una diferencia atractiva en sus precios».

Por ello, las estimaciones de realizadas por la Bolsa de Cereales porteña prevén un área de cobertura que podría alcanzar un millón de hectáreas, cifra que sería casi un 30% menor a la superficie sembrada el pasado año.

Más allá del pronóstico de recorte del área, desde Aapresid, que también ponen en duda cuál será la inversión definitiva en cebada y admiten la posibilidad de una «merma», entienden que «hay ambientes donde continuará con una presencia importante».

Desde esta entidad de productores se indicó que entre las campañas 2008 y 2016 la cebada casi duplicó su área de cobertura. Pasó de 660 mil hectáreas a 1,2 millón de hectáreas, con un pico de 1,57 millón de hectáreas en el ciclo 2012/13.

Aapresid reconoció que esta tónica de siembra se vio afectada por la intervención del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en el mercado de trigo, con trabas a la exportación, que desincentivó ese cereal y llevó a que muchos productores se refugiaran en el cultivo de la cebada.

Así, del sudoeste bonaerense se expandió con fuerza al sudeste e inclusive a otras regiones de la Pampa Húmeda, con el objetivo de abastecer al sector forrajero y al cervecero, pero también la demanda externa de mercados tales como los países árabes.

Oportunamente, en los últimos años, al no poder invertir en trigo, los productores avanzaron sobre la cebada que tras su cosecha permitía liberar en tiempo y formar los lotes para cubrirlos con soja de segunda.

Según los especialistas, este año el cultivo del trigo va a pisar fuerte en aquellos campos que se ubican a 100 kilómetros del puerto de Quequén. Sin embargo, en zonas próximas a Tres Arroyos, donde se cuenta con malterías, la relación de siembra será de un 60% de trigo y un 40% de cebada.

FUENTE: DyN

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