Las lluvias récord de abril, que continuarán durante la próxima semana, dejaron hasta el momento un saldo millonario de pérdidas con cientos de miles de hectáreas de campos productivos inundados, caminos anegados e intransitables, vacas lecheras con barro hasta las ubres y brotes de soja y sorgo colgando de las plantas aún no trilladas.
Esta situación, según informes privados y gubernamentales, es la que afrontan la producción en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos por el impacto de las precipitaciones registradas y ante la posibilidad -según el pronóstico oficial- de nuevas tormentas durante el fin de semana en sur santafesino, el Litoral y norte de la región pampeana.
La provincia de Santa Fe cuenta con cerca de 3 millones de hectáreas inundadas por efecto de las continuas lluvias, lo que provocó la pérdida de al menos 1 millón de toneladas de soja de primera y motivó la decisión del gobierno de Miguel Lifschitz de acelerar la declaración de emergencia agropecuaria.
El ministro de Gobierno santafesino, Pablo Farías, afirmó que frente a las inundaciones se necesitará avanzar con la «declaración nacional de emergencia agropecuaria en toda la provincia, debido a que actualmente solo está declarada en los departamentos de la costa y General López».
Según datos aportados por la Bolsa de Comercio y el Ministerio de la Producción santafesinos, las lluvias durante abril condicionaron 2,8 millones de hectáreas de departamentos del centro y norte provincial, perjudicando la producción ganadera y tambera, principalmente.
Informes técnicos privados y gubernamentales advirtieron que en Santa Fe «ya se perdieron 1.000.000 de toneladas de soja de primera que no se logró cosechar y se bajó el rinde previsto para el fin de la campaña a 2.900 kilos por hectárea, aunque se estima que dicho rendimiento también podría volverse a recortar».
En las zonas arroceras de Santa Fe, las tormentas causaron la pérdida de un 50% de las 4.000 hectáreas cultivadas con arroz que no se lograron trillar, por la imposibilidad de posibilitar el ingreso de cosechadoras y camiones a los campos.
En Córdoba, las intensas lluvias registradas desde hace dos semanas aumentaron también el riesgo de pérdidas en la producción granaria por la imposibilidad de levantar los granos en los lotes de soja de primera, y pusieron en una situación extrema a localidades como Pozo del Molle.
Según fuentes de la Federación Agraria Argentina, la pérdida de cultivos en el sur cordobés por inundación o anegamiento de campos tiene como base un 5%, aunque en los casos más comprometidos estas pérdidas rondan un 50% de los granos cultivables.
FUENTE: DyN
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