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10/06/2015

Ganadería: una de cal y una de arena

Especialistas aseguran que las perspectivas para la cadena cárnica son muy buenas, aunque aún deben lidiar con la inflación y las trabas a las exportaciones.

La producción ganadera se debate entre las buenas perspectivas que ofrece el mercado cárnico y la caída que sufren los granos, así como la necesidad de sortear cuestiones tales como la inflación y las trabas para exportar, según admitieron fuentes del sector.

«La ganadería pasó, en los últimos años, por distintas etapas y hoy los precios se han reacomodado, y de alguna manera también resulta alta la inflación y se han incrementado los costos, con lo cual los gastos que hacen a la explotación bovina, sin duda, han venido subiendo y siguen en alza», manifestó a DyN José María Firpo, de la Cabaña La Pluma de Firpo.

Comentó además que «hay un incremento en el costo de vida encubierto del orden de un 30 al 35% anual que está golpeando duro» a la producción pecuaria, por el impacto que esto tiene sobre «los insumos».

El cabañero y criador de vacunos de raza angus, cuyo establecimiento está instalado desde hace 75 años en la localidad de Maggiolo, en el departamento santafesino de López, explicó que el tema de la inflación lo ven «en insumos y en la mano de obra».

«En el campo, con mil hectáreas cultivadas se necesita un empleado, y luego tercerizar los trabajos, pero en ganadería, y sobre todo en la actividad de las cabañas, se necesita mucho personal», sostuvo Firpo.

También sobre el tema ganadero, Dardo Chiesa, representante de Confederaciones Rurales Argentinas en el Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva), consignó que «hoy esta actividad ofrece una oportunidad, ya que a nivel internacional los precios de los commodities han bajado y la carne siguió subiendo».

Por caso, comentó en los últimos meses el valor de la carne bovina puesto en mercados como Europa o el sudeste asiático a creció a razón de un 8%, mientras que el precio de la soja decayó casi un 17 por ciento.

Según Chiesa, la caída que experimenta el valor de los granos, en especial el maíz, hace que «el kilo del forraje nunca estuviera tan barato como para convertirlo en carne vacuna, y algo similar sucede con el caso de los combustibles, que hace que quede más granos para forraje».

Más allá de esto, Chiesa -otrora presidente del Ipcva- justificó la necesidad de «abrir la exportación de carne vacuna, y hacerlo en serio», ya que hoy solo se exporta un 3% de la producción cuando históricamente se vendía al exterior hasta un 20 por ciento.

Atento a lo dicho y de acuerdo a lo expresado por Coninagro en su último informe «El Campo y la Política», las principales quejas del sector le apuntan a la continuidad de la intervención impuesta desde el 2005, hecho que afecta la reposición de la hacienda y la desaparición de los tradicionales novillos pesados.

Allí, entre otras reclamos, la entidad ruralista consignó la necesidad de eliminar el sistema de ROEs para incrementar el volumen exportable y también de las retenciones, además de agilizar las devoluciones y reintegros de IVA a la venta externa.

FUENTE: DyN

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