Las últimas lluvias que cayeron sobre la principal zona agrícola del país permitieron que la soja y el maíz de la campaña 2013/14 mantengan un buen estado, indicaron los especialistas.
Esta situación alivia a los productores, tras la sequía sufrida en el invierno y el principio de la primavera que, entre otros inconvenientes, trajo aparejado un recorte del área planificada para el maíz.
Afortunadamente, entre la segunda quincena de octubre y la primera semana de diciembre las precipitaciones se normalizaron. Este dato es significativo si se tiene en cuenta que el último mes del año, en campañas anteriores, registró escasas lluvias que terminaron por afectar los rendimientos de los cultivos.
De acuerdo a los datos del Servicio Meteorológico Nacional, en las últimas 36 horas hubo abundantes precipitaciones en el centro de la región agrícola. En el centro-sur de la provincia de Santa Fe, por ejemplo, se alcanzaron los 100 milímetros de agua caída.
Esta situación llevó no sólo a avanzar en la siembra de soja y maíz: en algunas zonas, las lluvias fueron tales que obligaron a demorar la implantación.
Desde el Ministerio de Agricultura estimaron el área dedicada a la soja 2013/14 en 20,7 millones de hectáreas, mientras que la del maíz será de 5,7 millones, incluyendo al de destino forrajero.
En tanto, en relación al trigo, uno de los cultivos más afectados por la seca, los especialistas aseguraron que las precipitaciones recientes en la principal región agropecuaria colaboraron en su desarrollo. Asimismo, remarcaron que la zona triguera central recibió agua de manera pareja durante toda la campaña, por lo que el estado general de los cereales es bueno.
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