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Actualidad

08/10/2019

Al rescate de la comida

En Buenos Aires se firmó un acuerdo entre el Mercado Central y la ONG Nilus, que promueve la alimentación saludable de personas de bajos ingresos a través del rescate de alimentos.
EQUIPO. De izq. a derecha : Sabrina Birsa , Martin Romero, Debora Perez, Nahuel Mazza, Adriana Villalba, Agronomo Gral. Roberto Irigoyen, Jimena Aguirre , Ing.Agr. Juan Carlos Guarascio.

La Argentina puede producir alimentos para 600 millones de personas y Buenos Aires puede hacerlo para 300 millones ya que representa al 50% de la agroindustria del país. Con la iniciativa de la ONG Nilus, que aplica sus herramientas de geolocalización, se facilita la distribución de las donaciones de alimentos producidos en toda la provincia de Buenos Aires. Esta plataforma conecta a cocinas comunitarias y organizaciones sociales que alimentan a personas de bajos ingresos. Por ejemplo, cada semana se rescatan y se envían 1.000 kilos de frutas y verduras a 9 comedores de Villa Itatí, en Quilmes.

COOPERACIÓN. Frente a este contexto, el Ministerio de Agroindustria bonaerense, a través de la Dirección de Nuevos Proyectos y Oportunidades Provinciales, firmó un convenio de cooperación con el Mercado Central y NILUS para evitar el desperdicio de alimentos y recuperarlos para consumo. ”Desde que comenzó nuestra gestión en el Mercado Central entendimos dos cosas; lo primero es que había mucho alimento por recuperar y de características diferentes entre sí. Así que iniciamos un trabajo de logística entre los operadores porque su colaboración es absolutamente indispensable para llegar al objetivo. Y en segundo lugar que esos alimentos tenían que salir de la Corporación en condiciones de ser consumidos para lo cual trabajamos en consecuencia haciéndole al laboratorio las remodelaciones necesarias para garantizar que esto suceda. Por lo tanto, este convenio terminó de cerrar un propósito social ya que nosotros aseguramos que el alimento esté en condiciones y los otros protagonistas se encargan de la óptima distribución”, indicó Belisario Álvarez de Toledo, Presidente Mercado Central de Buenos Aires durante la firma del convenio.

Este acuerdo sostiene que se facilitará la aplicación de tecnologías digitales a la operatoria del Mercado, favoreciendo así la donación de alimentos que salen del circuito comercial a comedores sociales, garantizando que sean sanos.

OPERATORIA. Super CAMPO dialogó con Lic. Horacio Esteban, Jefe de Unidad de Coordinación de Relaciones Institucionales del Mercado Central de Buenos Aires, quien describió cómo el Mercado aporta su infraestructura para contribuir a un sistema de distribución y comercialización de alimentos perecederos. “El año pasado entregamos casi 2.600.000 kilos de frutas y hortalizas (2.582.955 kilos). La cantidad de alimentos que se donan es variada: se donan bolsas de papas, zapallos, cebollas, bananas, manzanas, limones, espinacas, lechuga dependerá de la época del año”, indicó Horario Esteban y agregó sobre la operatoria de donación dentro del Mercado que “se separan frutas y verduras que no tienen aptitud comercial pero sí de consumo. Se da la mercadería que tiene decaimiento interno o externo, que esté golpeada y, en algunos casos, cuando hay un consignatario que comercializa y recibe la mercadería de un tercero pide un decomiso y la retira de la oferta para justificar la donación”.

La operatoria es simple: el consignatario llama al servicio de control de calidad para sacar de oferta una cierta cantidad de mercadería. Entonces un inspector de calidad la observa, llena un formulario que le entrega al operador para retirar cierta cantidad de mercadería y luego avisa a acción comunitaria para que la distribuya. “Un camión del Mercado Central detecta los puntos de encuentro para cargar la mercadería y los llevamos a un espacio dedicado a este armado de donación para repartirlos a los distintos comedores comunitarios de la provincia de Buenos Aires. Trabajamos con comedores y entidades como el Banco Nacional de Alimentos, Nilus y la ONG Plato Lleno”, describió el Lic. Horacio Esteban.

Asimismo, se suma la colaboración del laboratorio del Mercado Central de Buenos Aires que lo que hace es el control de agroquímicos y pesticidas. El cuerpo oficial de inspectores recorre el Mercado para sacar varias muestras al azar con una bolsa con precinto para análisis y de esta manera optimizar las acciones comunitarias y la calidad del alimento.

GEOLOCALIZACIÓN. Durante todo este trabajo, la ONG Nilus aplica su tecnología de geolocalización para facilitar la distribución de las donaciones de alimentos del Mercado Central. A través de una plataforma, Nilus conecta a la mayoría de comedores comunitarios de Buenos Aires. “Nilus, con su aplicación ofrece un sistema novedoso de logística y distribución de la mercadería, sobre todo por el costo de los fletes de los comedores. Es una triangulación entre el operador que dona, el comedor que recibe y el flete que se ofrece a llevar la mercadería por un precio inferior”, describió Horario Esteban como parte del eslabón.

PERFIL dialogó con Alejandro Bautista, Director de Relaciones Institucionales en NILUS, quien describió la apuesta a una solución de mercado y económicamente sustentable para atacar el problema del desperdicio de alimentos. “En la Argentina, Nilus trabaja en alianza con los Bancos de Alimentos de Rosario y Mar del Plata, donde testearon la tecnología y han facilitado el rescate más de 350.000 kilos de alimentos. Como modelo de economía colaborativa y, con geolocalización, se conectan en tiempo real a donantes de alimentos”, subrayó Bautista.

Desde una app, y sobre la base de una plataforma de colaboración (crowdsourcing), un productor, un hotel o un restaurant, pueden informar sobre la existencia de alimentos para ser donados. Nilus organiza la logística del transporte a través de su red de choferes habilitados. Según cálculos de la organización, el 85% de la gente que padece de sub-alimentación podría salir de esta situación utilizando productos rescatados. “Son tres partes significativas que intervienen: donantes, intermediarios como el Banco Alimentos, Caritas o el Mercado Central y la otra parte es de los comedores comunitarios. Todos están conectados entre sí”, explicó Bautista sobre la importancia de la digitalización de la industria y el uso de transportistas profesionales.

DATO. “Según datos de FAO, un 34% de la comida que se produce en América Latina se desperdicia cuando aún está en perfecto estado. Esto equivale a 127 millones de toneladas de alimento por año, en una región donde 42 millones de personas sufren de sub-alimentación aguda (hambre). Gran parte de este problema podría erradicarse recuperando los alimentos que salen del circuito comercial”, comentó Ady Beitler, presidente de Nilus, sobre las actuales cifras alarmantes. Al firmar el convenio, Beitler afirmó que “es un orgullo enorme que el Mercado Central de Buenos Aires y el Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires hayan depositado su confianza en nosotros para fortalecer su compromiso con la alimentación de personas de bajos ingresos. Celebramos su apuesta por la tecnología y el transporte profesional como forma de darle sostenibilidad y escala a esta actividad tan importante, además de generar fuentes de trabajo valiosas para los propios choferes”.

Por Ángeles Ruiz para Super CAMPO.

Nota relacionada: Concientización sobre la pérdida y desperdicio de alimentos 

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