Según estimaciones oficiales, la campaña de maíz, cerraría con una producción 145 millones de toneladas, es decir un crecimiento del 25% con respecto a la temporada anterior. Con el marco de esta gran campaña se realizó una nueva edición del Congreso Maizar en Buenos Aires, con el lema “El despegue internacional”.
Según Gustavo Idígoras, presidente del congreso, “Vivimos en un mundo de alta volatilidad, particularmente bajista, y este escenario está afectado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha tomado como rehenes a los commodities agrícolas. ¿Cuánto durará? ¿Cómo debemos adaptamos a esos cambios? Varios interrogantes surgen y buscaremos descifrarlos en este congreso”, agregó.
En la misma línea, indicó que la crisis sanitaria provocada por la peste porcina africana en China, con su extensión a varios países limítrofes, “tiende a transformarse en la principal epidemia veterinaria luego de la crisis de la vaca loca en la década de los `90. Si bien la Argentina está alejada de este peligro, corre riesgos directos de posibles caídas de consumo y demanda, a la vez que se generan oportunidades, como las exportaciones de carne de cerdo y otras para suplir el faltante en el país asiático”.
Por su parte, Alberto Morelli, presidente de Maizar, coincidió sobre la dinámica positiva que genera el impulso exportador en el valor agregado de la cadena, y en este sentido destacó el trabajo que el Gobierno viene desarrollando en materia de apertura de mercados, tanto para el maíz como para sus productos derivados, así como en otros aspectos, como la elaboración de estadísticas confiables, el trabajo sanitario del Sanasa y la articulación con otros países frente a la barreras paraarancelarias.
Sin embargo, también señaló que hace falta mejorar otros factores que afectan la previsibilidad y la competitividad de la cadena, como los cambios en el marco regulatorio del bioetanol, la falta de una regulación nacional sobre productos fitosanitarios – que habilita la multiplicidad de regulaciones locales sin fundamento científico-, la demora en la concreción de una ley de semillas adecuada a los tiempos que corren y de una ley que incentive el uso de fertilizantes, entre otros temas.
Una buena noticia para el maíz la dieron Matba y Rofex, ya que en lo que va de 2019 se negociaron más de 4.5 millones de toneladas, 16% por encima del ciclo anterior. En mayo se superaron las 1.3 millones de toneladas negociadas, duplicando la operatoria de futuros, mutiplicando por cinco la de opciones y arrojando un crecimiento del 160% respecto del mismo período de 2018.
Adrián Isnardo, próximamente SubGerente General de Mercados Agropecuarios de los mercados fusionados, destacó la alta volatilidad de precios como “una de las claves para el imprescindible uso de coberturas con futuros y opciones, como forma de proteger la inversión y capturar la mejora en los valores. De manera paulatina empiezan a observarse las virtudes resultantes de la integración de los mercados”. Esto se ve reflejado en una operatoria diaria cercana a las 300 mil toneladas en los principales contratos agros de Matba Rofex.
Nuevas áreas maiceras de nortea sur. En el panel “La nueva frontera del maíz”, Walter Kunz, Director Nacional de Programas de Desarrollo Regional de la Secretaría de Gobierno de Agroindustria y Sergio Uhart, consultor y profesor de postgrado en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Nordeste se refirieron al trabajo que se está realizando con el maíz en el NEA. “En Misiones hay como mínimo 400.000 has de tierra ociosa y otras 100.000 has con cultivos de baja o nula rentabilidad”, dijo Kunz, y agregó que el 91% de los productores misioneros están calificados como agricultores familiares, con 36 has de superficie promedio cada uno.
El funcionario describió un proyecto que se apoya en un convenio entre Agroindustria y Maizar, con la participación de técnicos de la Subsecretaría de Agricultura Familiar y de CREA. En Misiones la producción local de carne constituye sólo una pequeña fracción del consumo. La combinación de maíz y ganado hace viable la producción en predios pequeños (de 15 a 25 has) y genera empleo. Por otro lado, los estados del sur de Brasil, cercanos a Misiones, son altamente demandantes de maíz, que deben abastecerse de otros estados brasileños más lejanos.
Por su parte, Magalí Gutierrez, gerente técnica de Chacra Valles Irrigados Nordpatagónicos de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) se refirió a las investigaciones maiceras en el otro extremo de la geografía argentina. El proyecto desarrolla sistemas que parten de lo agrícola puro e incluyen paulatinamente actividades ganaderas, dependiendo de las posibilidades de cada empresa. Pero todos estos tienen como cultivo estrella al maíz, que reporta rendimientos de 20.000 kg/ha en esta región, con la incorporación de leguminosas que permitan la degradación de los residuos y el enriquecimiento de los suelos.
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