A casi dos meses del lanzamiento de los futuro de lechería son muy pocos los contratos que se concretaron y a pesar de tratarse de una muy buena herramienta para prevenir la volatilidad del mercado lácteo, la industria y la producción son aún reticentes a adoptarla y creen que no es para este tiempo.
El mercado de futuros de leche se creó con el objeto de reducir los riesgos comerciales en la cadena láctea. La base mínima es de 5.000 litros de leche cruda. Se listará en pesos y en dólares, para aquellos que además quieran tomar una cobertura cambiaria. Los contratos se liquidan por diferencias de precios, sin entrega física de producto, y habrá un contrato por cada mes del año. La arquitectura de este producto se desarrolló entre el Rofex y el MaTBA, junto a la hora Secretaría de Agroindustria de la Nación.
El subsecretario de Lechería de la Nación, dependiente de la secretaría de Agroindustria, Alejandro Sammartino defendió este mecanismo que permite asegurarse un precio a futuro. “Hoy hay una gran expectativa para cubrir la evolución de los precios a futuro, como ocurre con cualquier mercado de granos, donde un productor se calza para cubrirse de cualquier variación de precios a futuro”, explica Sammartino.
Respecto de la actitud de los productores en relación a esta práctica, el funcionario considera que es una herramienta nueva y no están habituados a su empleo: “Lo que se viene para el futuro, además del mercado lácteo, es el de la ganadería de carne para que los empresarios agropecuarios comiencen a utilizarla y cubrirse de las pérdidas que puedan producirse por la volatilidad que caracterizan a estos mercados”.
INDUSTRIA. En el caso de la industria es útil porque “necesita saber que pasará con el precio de la leche en los próximos meses y, para cerrar contratos de exportación necesita cubrirse de posibles alzas a la hora de cerrar una operación para el suministro de leche en polvo”, apunta Sammartino y agrega: “Lo interesante de este mercado es que se irá desarrollando a medida que pasen los meses. Se busca acercar una
expectativa de precios a los compradores y a los vendedores. Esperemos que a partir de febrero o marzo comiencen
a armarse nuevos contratos”, augura.
La operatoria es muy sencilla. El productor tiene que contactarse con un agente autorizado por la Comisión Nacional de Valores, abrir una caja de ahorro y comenzar a operar en el mercado: “Los costos son muy bajos y el tamaño del contrato es el equivalente a 5.000 litros de leche cruda. Se democratiza la previsibilidad del precio”, sintetiza el funcionario.
Por su parte, Teodoro Mulder, comisario de la Raza Holando Argentino durante las ferias palermitanas y tambero de punta, indica que los productores lecheros están esperanzados en que el mercado de futuros de lechería se ponga en marcha cuanto antes, pese a que fue anunciado en diciembre del año pasado.
MERCADOS. “Hoy no hay suficiente cantidad de leche, los industriales ofrecen un buen precio, salen a comprar por todos lados, pero para nosotros lo importante es que los mercados se abran”, razonó Mulder en diálogo con Super CAMPO.
Respecto de la posibilidad de fijar un precio a futuro para los contratos de leche fluida, el productor considera que es muy difícil hacerlo con la industria porque: “Cuando uno entrega la leche y pregunta qué precio va a recibir a principios del mes siguiente, la industria dice que hasta que no termine el mes y empiece el otro no pueden saberlo. Esa es la respuesta que nos dan”, aseguró.
“El punto con estos contratos de futuro es que si el productor arregla una liquidación en dólares y el precio bajó, queda dinero a favor; en cambio si subió la diferencia la tiene que poner el productor”, adviertie el tambero. En la opinión de Mulder, para el correcto funcionamiento de los contratos de leche a futuro tienen que acordar la industria y la producción, porque cada industria tiene un precio distinto, aunque las grandes están bastante parejas: “Creo que esto está muy verde todavía, si el dólar estuviese estable, es posible que el sistema funcionase”, remató.
HERRAMIENTA. Para Jorge Chemes, vice presidente de CRA y representante de la Comisión de Lechería, el mercado de futuros de esta producción es una buena herramienta si funciona y es bien utilizada porque da previsibilidad: “El problema que vemos desde CRA es que no se está cumpliendo con esa función porque hoy no hay un mercado claro. Los precios que tenemos no muestran una realidad en la que pueda funcionar la oferta y la demanda y que pueda sumarse a este mercado de futuros”, detalló en diálogo con Super CAMPO.
Por otra parte, opinó que no hay un volumen de operaciones representativo sumado todo lo que es la actividad y tampoco queda claro su funcionamiento: “Yo no sé si a la industria le conviene un
mercado de futuros, porque son ellos los que terminan definiendo el precio que van a pagar y no sé hasta qué punto pueden quedar atados a un contrato que los obligue a pagar un precio determinado. El día que tengamos una lechería más ordenada con un sistema institucionalizado que genere un buen funcionamiento de la oferta y la demanda, esta herramienta puede funcionar”
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