Si alguien sabe de cebada es Quilmes. La empresa procesa cada año en sus dos malterías de Tres Arroyos y Zárate entre 1 y 1,2 millones de toneladas del cereal, casi un tercio de toda la cebada que se cosecha por año en Argentina.
Y tiene buenas noticias. “El cultivo viene muy bien en todo el sudeste de Buenos Aires (principal región cebadera). Hubo un nivel de lluvias óptimo y buena producción de biomasa para un rendimiento muy alto. Y, debido a los buenos precios del cereal, los productores fertilizaron más, lo que genera la expectativa de una buena calidad”, resumió Antonio Aguinaga, gerente de Investigación y Desarrollo de la firma.
En cebada, un alto rinde por lote no siempre es buena noticia porque un grano más grande se “chupa” las proteínas y así la planta no alcanza la calidad cervecera. que se logra con porcentaje proteico mayor a 9 (entre otras cosas, para que la bebida tenga buena espuma). Si no llega a ese estándar, el cereal se debe destinar a forraje: un negocio bastante menor. Para ganar calidad, se ayuda con fertilización. Pero no todos los años la ecuación es rentable.
El ciclo 2018 tampoco fue complicado por enfermedades, sólo apariciones tardías de escaldadura y algo de mancha en red; y por estos días se extreman los cuidados contra la ramularia, una EFC que se está viendo en el sudeste. El tema mayor fue el raygrás, maleza que desarrolló resistencia a los herbicidas. “Es un problema serio”, dijo Aguinaga.
PRODUCTORES. La opinión sobre la buena marcha de la campaña es compartida en el sector. Los hermanos Ricardo y Daniel Kosterlitz, de Coronel Suárez, fueron reconocidos por Quilmes como proveedores de la maltería desde 1993; en los 25 años alcanzaron el nivel de proteína para la malta. “Simplemente cuidamos que la relación del nitrógeno y la potencialidad del campo estén relacionadas”, describió Ricardo.
Daniel apuntó que este año “los precios son históricamente los mejores: la soja vale 240 dólares y la cebada está a 200, una relación que nunca se dio”. Vendieron hace 4 meses el 80% de la siembra y así sortearon el descuento que les caería por la vuelta de las retenciones. “Zafamos”.
La ingeniera agrónoma Martina Leonardi administra con su padre el campo familiar y asesora a otros en Tres Arroyos. También destacó el buen año de negocios. “Con el precio de 235 dólares de hace unos meses, y teniendo en cuenta que la mayoría de los fletes son de no más de 30 kilómetros (porque despachan a la maltería), la cebada es lo mejor de este año en esta zona”.
Agustin Pissinis es asesor en Bragado, en el centro de la provincia. Afirmó que “los rindes van a ser buenos sin llegar a extraordinarios, así que no habrá problemas con la calidad porque se fertilizó bien”.
JORNADA. Con el inicio de la cosecha, Quilmes organiza una Jornada de Campo en la que muestra los lotes en donde experimenta y desarrolla nuevas cebadas. La firma ya logró 12 variedades comerciales, entre ellas Andreia que se siembra en 80% de la superficie que ocupa el cereal en Argentina. Para 2019, lanzará otras dos, Ianara y Alhue. “Continuamente mejoramos el germoplasma para tener mayor diversidad genética y que el impacto de las enfermedades no sea tan importante. Mantenemos sustentable el cultivo y la calidad cervecera”, dijo Aguinaga.
COLABORATIVOS. TraLa firma renovó la plataforma Smart Barley en la que técnicos asesoran sobre el cultivo y productores de todo el mundo pueden contar cómo producen la cebada y los resultados que logran. “Una red para trabajar juntos 100 años más”, dijo la responsable de Sustentabilidad, Vanesa Vázquez. En la jornada, entregaron a los productores el Protocolo Técnico para la Producción de Cebada Cervecera.
Las malterías de Quilmes se proveen de 1.400 agricultores a quienes les dan sus semillas y les compran la cosecha, aunque no en forma directa sino a través de los acopios. La producción anual de malta es de 213.000 toneladas con exportaciones a Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, India y China. “En la provincia de Buenos Aires se produce la cebada que da origen a 1 de cada 4 cervezas que la compañía vende en todo el mundo”, apuntó el vicepresidente de Asuntos Corporativos, Gonzalo Fagioli. Quilmes forma parte AB InBev, el gigante belga también propietario de Brahma.
SUSTENTABLE. Tras 10 años de caída en su porcentaje de participación del mercado, el año pasado Quilmes reposicionó la marca relanzando su cerveza «Clásica, sin conservantes», con la que logró subir 5% en ventas. También lanzó el programa «100+Sustentabilidad» que abarca objetivos a 2025 en los ejes de Agricultura Sustentable, Agua, Acción por el Clima, Packaging Circular y Cadena de Valor. El gerente de Asuntos Corporativos, Juan Mitjans, explicó que Argentina está bien posicionada en consumo de agua: en el mundo se usan 6 litros para hacer 1 de cerveza; acá la relación es 2,9×1. La política es ahorrar en “el re-uso interno en el lavado de envases, y en el re-uso externo a partir de convenios con municipios.También apuntamos a reducir las emisiones de carbono de nuestra flota de camiones. A 2015 el 100% de la matriz energética de Quilmes va a provenir de energías renovables”.
ESTIMACIÓN. La cosecha de cebada 2018 ya comenzó en campos de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y norte de Buenos Aires. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó una producción en 3.800.000 toneladas (8,6% mayor que en 2017) aunque advirtió que podría cambiar el número cuando se termine de medir el impacto de las heladas ocurridas en el sur bonaerense.
Por Gabriel Quáizel para Super CAMPO.
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