Soja.

Desde el sector fabril aceitero admitieron que la capacidad ociosa se ubica en el 30% durante 2013, cifra que se ubica próxima al nivel del 34% con que concluyó 2012.

En los últimos años, la falta de actividad de las plantas aceiteras -ubicadas fundamentalmente en la zona de influencia de Rosario- recrudeció por la competencia que ofrecen las fábricas chinas, junto a la falta de autorizaciones para concretar la compra de soja proveniente de Paraguay. 

El empresariado local confirmó también que se está gestando la posibilidad de que se construya un polo industrial aceitero en territorio paraguayo y eso, al cabo de unos años, también formalizaría una competencia para el sector local.

Atento a la ociosidad que exhiben las plantas, desde el sector privado ratifican que actualmente la oferta local de soja -con casi 20 millones de hectáreas cultivables- «no es suficiente» como para garantizar el uso efectivo de la capacidad instalada en el ámbito local.

China es un caso emblemático, ya que mantiene una política de desarrollo de una industria aceitera propia a través del empleo de medidas arancelarias y/o comerciales para permitir el ingreso masivo de materia prima para procesarla en su propio territorio.

Durante 2011, según datos de Senasa, ese país asiático importó 8,32 millones de toneladas de poroto de soja proveniente de la Argentina, cifra que representó un 80% del total exportado, mientras que en el 2012 esta cifra decreció a 5,98 millones de toneladas, el equivalente al 86% del total de las ventas externas.

En los primeros ocho meses de 2013 las ventas de poroto de soja a China representaron un 76,4% del total exportado por la Argentina, con la venta a este mercado de 4,35 millones de toneladas.

Fuentes del sector industrial admiten que aún restan ingresar al mercado cerealero local más de 17 millones de toneladas de la soja cosechada en 2012-2013, y que en su gran mayoría tendrá por destino su venta, nuevamente, al mercado chino.

FUENTE: DyN