Un tambo asociativo le pone el pecho a la crisis y abre el juego en San Luis. Lechería San Cristóbal es un curioso ejemplo de los productores que no se resignan y creen en la lechería. Ahora producen en San Luis bajo riego pero también mantienen sus tambos.
Mirar al horizonte y ver agua, barro y agua, no es precisamente un paisaje esperanzador. En especial si entre las lagunas hay vacas lecheras. Y si hay un tambo en actividad, hay que hacer dos ordeños diarios, sacar la leche, dar de comer al rodeo, llevar adelante la guachera, tomar medidas sanitarias y todo, todo, entre el agua.
Es fácil imaginar por qué los socios de Lechería San Cristóbal se alejaron de la zona donde siempre tuvieron tambo, en las cercanía de Villegas (Buenos Aires) y decidieron migrar a San Luis. En un principio se fueron con la idea de trasladar cada uno su tambo, pero después de varias reuniones, entre ellas una decisoria con Carlos Calieri (de la firma De Laval) en Rufino, decidieron cambiar de enfoque y asociarse. En total conformarían 5 partes integrantes y tendrían la alternativa de mantener sus propios tambos. La consigna inicial fue salir del agua. La segunda, poner la menor cantidad de dinero posible para empezar que el emprendimiento se pusiera en
marcha.
Los asociados. Agropecuaria Los Chañares de Germán, Pablo y Leonardo Llanes, Néstor Fernándes, Oscar Llanes, Osvaldo Llanes, Horacio Ronzoni, Edgardo Zoppi y José María Zoppi son los integrantes de Lechería San Cristóbal SAS. La sigla desconcierta pero se trata de una figura societaria tan novedosa como el propio emprendimiento.
La Sociedad por Acciones Simplificadas les permitió a estos socios unirse en un emprendimiento conjunto manteniendo sus propios tambos en actividad y a su vez ser partes de este nuevo. Explican que, entre las decisiones que los llevaron a adoptar esta clase de asociación primaron el breve tiempo necesario para ponerla en funcionamiento así como su bajo costo económico. “En apenas un día que estuvimos todos reunidos en Buenos Aires logramos hacer los papeles y poner en marcha la sociedad”, indica en una charla con Super CAMPO Horacio Ronzoni, quien también realizó una crónica de los hechos que los llevaron al tambo que ya tiene 250 vacas en ordeño.
“En noviembre pasado y luego de visitar muchos establecimientos dimos con este campo que tiene 1600 hectáreas y nos encontramos con la grata noticia de que disponía de 600 hectáreas implantadas con alfalfa que empezamos a cortar en ese mismo momento”, recordó Ronzoni. En la fase inicial alquilaron 900 hectáreas en un contrato de 10 años y tienen el compromiso de alquilar el resto del campo para 2019. Además, el establecimiento cuenta con 7 pivotes de riego, 5 de los cuales están comprendidos en el alquiler actual. Para poner en funcionamiento Lechería San Cristóbal algunos aportaron vacas y vaquillonas, otros maquinarias e incluso Ronzoni puso capital, puesto que el no tenía tambo. “No compramos nada. Los animales provienen todos de los asociados al igual que los equipos. Para lo que es picado y silajes, así como las tareas agrícolas las hacemos a través de contratistas pero tenemos mixer, pala y tractores para llevar adelante el trabajo diario en el tambo”, indicó. Además recordó que al momento llevan invertidos unos u$s200.000 entre bretes, maquinaria y puesta a punto del tambo.
El campo tenía un sistema de ordeño de 20 bajadas distinto al que venían utilizando los asociados (más del tipo espina de pescado), pero que luego de analizarlo decidieron mantener. “Es un sistema que el dueño del establecimiento trajo de EE.UU con un brete de salida muy ágil que nos permite sacar rápido a las vacas. Le sumamos 10 bajadas y estamos acondicionando la zona de ordeño con más sombra para el verano. Si bien no les damos de comer a los animales mientras se hace el ordeño, funciona en forma altamente eficiente”, analiza Ronzoni y aclara que la máquina es de origen israelí y está preparada para irle acoplando tecnología y leer la info de vacas con chip y/o con collar. “La computadora puede brindar información como estrés térmico, problemas de rumia, sanidad de las vacas, permite puertas de aparte automáticas y muchas cosas que sabemos mejorarán nuestra experiencia de trabajo. Por lo pronto tenemos claro que vamos hacia los collares, aunque todavía no estemos para hacer esa inversión”, admite. Respecto del rodeo, en la última etapa de inversión que sería marzo-abril de 2019, planean llegar al staff total de animales que preveen en unas 700 vacas.
ROL DE LA INDUSTRIA. En toda esta historia La Serenísima tuvo mucho que ver. Los tamberos sienten que gracias al apoyo de la empresa pudieron dar el paso definitivo que los llevó a asentarse en el campo donde ya están sacando leche con niveles mayores de productividad por vaca de los que tenían en su zona. “Si no hubiéramos tenido esa ayuda, hubiera sido muy complicado cerrar el círculo”, admite Ronzoni. “Incluso nos ayudaron en encontrar esta figura societaria que tan bien se empalma con nuestras necesidades”, admitió.
“Nos acompañaron a ver campos hasta encontrar el que nos cerraba y con la nueva planta de leche ultrapasteurizada que están finalizando en Villa Mercedes, a partir de octubre podremos entregar ahí nuestra producción”, admitió complacido al explicar esta sinergia que les ha permitido el tan mentado objetivo de ganar ganar: los tamberos, al poder producir en buenas condiciones aumentan su productividad y la empresa, al bajar los costos de logística mejora su negocio y puede trasladarlo al precio para los productores. Una interesante vuelta de tuerca cuando todo parece conspirar.
Por su parte, el Ing. Fernando Storni, Director de Compra de Materia Prima de La Serenísima también dió su opinión. “Hay que mejorar la productividad del productor y de la industria para que la lechería pueda crecer en el país”, admitió durante la visita al tambo y la planta en San Luis. “La devaluación grande de los dos últimos meses no ayuda (a la situación del tambero). Hay que pensar que en los tambos entre el 60 y el 65% de los costos están dolarizados y luego de una gran devaluación como la que hubo el productor pasa de tener una leche de 0,29 cvos de dólar el litro a una de 0,25 el litro. Ha sido un golpe muy fuerte. Algunos siguen siendo eficientes con esos valores pero no hay duda que los precios deben subir hasta los 0,30 cvos de dólar el litro para que sea negocio para el productor”, destacó. En esa línea Storni recordó que la firma se comprometió a pagar precios mensuales por encima de la inflación para que el tambero pueda llegar pronto al equilibrio. “Si la devaluación sigue a la inflación y las empresas ponen todos los meses unos centavos arriba de la inflación -como lo estamos poniendo desde La Serenísima con dos meses de 4% y dos meses de 5% cuando la inflación fue del 12 a 13%-, vamos a llegar pronto a esos 0,30 cvos de dólar por litro de leche y creo que en ese nivel podremos producir bien”, analizó.
A los tamberos de Lechería San Cristóbal los unió el deseo de salir de la crisis y de las inundaciones. Los mantiene unidos la pasión por la lechería, lejos incluso de las pérdidas que pudieron sufrir. Por lo pronto son pioneros. Se animaron a un tambo asociaciativo y perfilan una nueva cuenca lechera en San Luis. El futuro les sonríe. Los tamberos sean unidos.
ANTECEDENTES. El encuentro no sucede porque sí. Más allá de la afinidad que comparten por una misma actividad, los unen distintos lazos, que van desde la sangre (algunos son hermanos, y otros padres e hijos), de amistad, “nos conocemos de la zona, compartiamos años de trabajo”, dicen otros e incluso lazos profesionales: en los ‘80 algunos de los inegrantes compartimos el asesoramiento de Gaico SanCor y en los años siguientes esas 4 explotaciones mantenían un asesor en común, que era Horacio Ronzoni y que hoy integra el grupo también como socio. Todos los tambos fueron afectados por las inundaciones ocurridas en Gral Villegas entre Octubre de 2016 y la primavera del 2017.
“Esta sitaucón extrema en lo climático nos llevó a considerar seriamente el traslado de nuestras explotaciones a otras zonas que nos permitieran producir normalmente y uno de los lugares considerados fue San Luis”, agrega Ronzoni bajo la atenta mirada de otros socios que prefieren darle la palabra. Como otro hecho relevante destacan que en mayo de 2017 matuvieron una reunión con el Ministerio del Medio Ambiente, Campo y Producción de San Luis para analizar la posibilidad de instalarse en la provincia y con La Serenísima. “Pusimos en común dos proyectos, nosotros buscando un lugar donde producir y el de la empresa promoviendo el desarrollo de una nueva cuenca”, recordó Ronzoni y agregó que de esa reunión surgió una gira para revisar campos en Villa Mercedes organizada por la compañía.
Por María Lorena Rodríguez para Super CAMPO.
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