Las ciudades brasileñas de San Pablo y Río de Janeiro se encuentran en emergencia hídrica debido a la peor sequía de los últimos 80 años, a la que se le suman las altas temperaturas, que superan los 35°C.
Esta situación, además, devino en un mega-apagón en más de 10 estados el pasado lunes, lo que dejó a unas 800 mil familias paulistas sin agua, informó El País de Montevideo.
En Río de Janeiro crece la preocupación por el estado de las cuencas hídricas, que se acercan a su marca crítica. Ayer y por primera vez en la historia, los administradores del Paraibuna, la principal cuenca de la ciudad, debieron bombear las llamadas «aguas muertas», nunca usadas para el consumo humano.
En tanto, en San Pablo, el mayor estado con más de 40 millones de habitantes, las reservas se redujeron a poco más del 5% de la capacidad de la cuenca hídrica. La situación allí es tan complicada que desde hace meses se recurre a aguas mixtas -es decir, mezclada con barro- que se depositan en el fondo de los ríos.
Según se informó, las autoridades paulistas autorizaron a la empresa Sabesp a usar la tercera y última parte de la reserva técnica de Cantareira, que provee agua a 6,5 millones de habitantes de la ciudad. Esta firma privada distribuye agua con camiones.
Producciones afectadas
La soja es uno de los cultivos que está enfrentando duramente esta sequía en el centro-oeste de Brasil. Por ejemplo, el estado de Goiás, que produce un 10% de la oleaginosa de ese país, no recibe lluvias desde Navidad. En tanto, en el sur de Mato Grosso las precipitaciones de enero fueron muy inferiores a la media mensual.
Toda esta situación se da en un marco de atraso de la siembra, también producto del déficit hídrico que afectó estas tareas en septiembre y octubre del año pasado.
En su último informe, el USDA estimó que la producción de soja de Brasil para la campaña 2014/15 será de 95,5 millones de toneladas, mientras que consultoras privadas hablan de 94 millones de toneladas. No obstante, la falta de lluvias de las últimas dos semanas hizo que las previsiones comiencen a reducirse un 5% semanal, es decir, 4,5 millones de toneladas cada siete días, tendencia que podría afirmarse si no cambia el tiempo. Este sería uno de los factores que afectarían al Mercado de Chicago y, en consecuencia, a los precios que se manejan en la Argentina para la oleaginosa.
Por otra parte, se informó que la producción de café también se encuentra en un período crítico. De cultivo bienal, el grano suma su segundo período de caída debido a la sequía. Ya se registran bajas en la producción de la variedad robusta, que se implanta en el estado de Santo -sureste-, del orden del 6,3% al 8,8%, no sólo por la falta de agua sino por el frío intenso que afrontaron durante la época de floración.
El área de cultivo de café en todo Brasil registrará un leve descenso del 0,6% con respecto a la última cosecha, y estiman que se situará en 1,94 millones de hectáreas. Este país es el principal productor de café del mundo.
La Argentina exportó energía
Por segundo día consecutivo, ayer la Argentina exportó electricidad a Brasil mediante el esquema de intercambio compensado establecido por ambos países hace unos ocho años, que implica el canje de energía por energía para afrontar eventuales déficits de abastecimiento propio, informó la agencia de noticias DyN.
Fuentes del Ministerio de Planificación Federal destacaron la efectividad de dicho esquema, que no implica pagos monetarios, y señalaron que «si Brasil lo requiere y la Argentina esta en condiciones podrá remitirle más electricidad» para cubrir el déficit coyuntural de hidroelectricidad por la sequía que afecta a diversas regiones del país.
Diversos medios brasileños detallaron que la transferencia de energía se concretó a través de las líneas de interconexión en alta tensión de Garabí, en el municipio brasileño de Garruchos, estado de Río Grande do Sul, y que fue por un volumen promedio de 500 megavatios el martes y 90 el miércoles.
Brasil sufrió un apagón el lunes que afectó mayormente a los estados del sureste y tuvo que importar energía de la Argentina para atender la demanda interna.
En tanto, el miércoles batió el récord de consumo en las regiones del sudeste y centro-oeste, con un total de 51.894 megavatios, superando el récord anterior de 51.596 MW, cuando por primera vez desde diciembre de 2010 Brasil importó 165 megavatios promedio desde la Argentina.
Sigan deforestando el amazonas para la soja, ahí tienen las consecuencias!! creyeron que la selva no iba a pasar factura?
La tierra en sí ya se agotó de darnos oportunidades, ahora vean si pueden vivir de tanto cemento, plásticos y transgénicos… fuerza a los que resistimos por una vida en armonía con la tierra que habitamos … 🙂
Increible, exportamos energia electrica y a 200 km de yacireta no tenemos luz. otro arreglo mas de los K
A no pero si nosotros importamos de los IRANI!! anda NIsman te armaron un causa pobre perejil!