Hoy se concretará el lanzamiento del Satélite Argentino de Observación Con Microondas Saocom 1B desde Cabo Cañaveral, en el Estado de Florida (EE.UU.), informaron hoy desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Comisión Nacional de de Actividades Espaciales (Conae).
Asimismo, se explicó que «tras realizar un nuevo análisis de factibilidad sobre las condiciones de oportunidad de lanzamiento» del satélite argentino «este fue autorizado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, responsable de la base de Cabo Cañaveral».
En octubre de 2018 fue lanzado el Saocom 1A que, con el 1B, tendrán, entre sus objetivos, medir -en cualquier condición meteorológica y hora del día- la humedad del suelo y aplicaciones en emergencias como la detección de derrame de hidrocarburos en el mar y seguimiento de la cobertura de agua durante inundaciones.
El satélite será lanzado por un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX tras haber superado todos los ensayos ambientales, aunque hubo que reprogramar el lanzamiento en dos oportunidades.
El lanzamiento estaba previsto en un principio para marzo pero se pospuso por la pandemia de coronavirus para finales de julio cuando la Conae informó que por decisión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos la puesta en órbita del Saocom 1B había sido reprogramada para fines de agosto.
La misión en Estados Unidos está integrada por el director ejecutivo y técnico de la Conae, Raúl Kulichevsky, y cinco profesionales del organismo junto al representante de la gerencia general del Invap, Guillermo Benito, y 11 profesionales de dicha empresa.
En total participarán 70 profesionales de estas instituciones, además de la empresa de capitales mixtos VENG y el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que fue creado hace 25 años.
El Saocom 1B, que comenzó a ensamblarse en 2015, superó todos los ensayos ambientales, que consisten en simular las condiciones que sufrirá en la etapa de despegue dentro del vehículo lanzador a través de pruebas de vibración, termovacío y de compatibilidad electromagnética.
El proyecto fue pensado para ofrecer soluciones a problemáticas locales no satisfechas con información de otros satélites, a partir de requerimientos hechos por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional del Agua (INA) con el objetivo de atender necesidades de los sectores productivos y la gestión de emergencias naturales y catástrofes.
El satélite incorpora una compleja tecnología desarrollada en el país -el Radar de Apertura Sintética (SAR por sus siglas en inglés)- cuya señal de microondas puede atravesar las nubes y «ver» para captar imágenes de la superficie terrestre, aunque esté nublado, tanto de día como de noche.
Fuente: Télam
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