La ciudad china de Beijing volvió a estar en alerta por coronavirus por la detección de por lo menos 137 nuevos casos, luego de 57 días de no haber tenido reportes de infectados. 

Tras investigar el origen, el virus se encontró en las tablas de cortar de un vendedor de salmón importado en el mercado de Xinfadi, de donde proviene el 80% de los alimentos que se consumen en la capital china. el epidemiólogo Wu Zunyou, jefe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China, dijo que era posible que el virus llegara desde el exterior junto al pescado.

Esto motivó a hacer un examen a las mercaderías que llegan desde el exterior, incluida la carne vacuna argentina, que ahora se somete a hisopados en busca de trazas del virus. 

Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), señaló que “a raíz de haber encontrado trazas de ARN (ácido ribonucleico) de COVID-19 de origen europeo en una tabla de cortar salmón noruego, dedujeron que si estaba en esa tabla era porque había venido en la carne, en lugar de pensar que podría haber sido el operario quien había dejado las trazas del virus”. 

Con respecto a los hisopados de la carne argentina, Schiariti comentó que “eso no tendrá ningún efecto, porque para que la carne tenga una traza de esta naturaleza debería haber sido tratada con la manos por un operario enfermo, cosa que en Argentina no ocurre porque no hay operarios  en la línea de despostado y la carne que está llegando ahora en China fue procesada entre enero y principios de marzo, cuando no había detección de presencia de coronavirus en Argentina”.

En los primeros tres meses de este año, la República Popular China fue el principal destino de la carne vacuna argentina, con aproximadamente 77,8 mil toneladas que representan el 66,7% del total de los envíos.