En la semana donde se festeja el Día Mundial de los Fertilizantes (13 de octubre) la Asociación Fertilizar realizó una presentación de resultados de ensayos denominada “Un año para desafiar a la soja”. En el encuentro se hizo hincapié en la necesidad de aumentar el uso de fertilizantes en el cultivo de la oleaginosa para aprovechar los potenciales de rendimiento de la oleaginosa aprovechando los nuevos materiales genéticos y las formas de producción.
Luis Ventimiglia, técnico del INTA 9 de Julio, señaló que en la “Argentina el promedio de rendimiento de la soja se ha estancado en los últimos 20 años”. A ello agregó que la falta de fertilización ha generado una gran disminución en los componentes del suelo, ya que en la zona del centro oeste bonaerense un suelo virgen tiene 58 ppm de fósforo, mientras que en algunos lugares donde se viene haciendo soja desde hace mucho tiempo no llegan a 10 ppm. “La diferencia se consumió porque no repusimos lo que exportamos con los granos y empezamos a tener problemas”. Según Ventimiglia, esa carencia de reposición de nutrientes en el suelo se hace sentir en la calidad de los granos: “Argentina no consume soja, exporta soja, por eso debemos dejar de ser los ‘vivos’ del mundo y perder mercados, cuando hay otros que producen con mejor calidad. Tenemos que trabajar para producir y producir con más calidad.En rendimientos promedio estamos bastante cerca de los que se obtienen a nivel mundial y podríamos estar por encima. El riesgo está y hay que asumirlo. Tenemos herramientas para manejar esos riesgo o tomar menos, pero hay elementos de nutrientes como el fósforo que no se pueden dejar de lado”.
Jorge Bassi, vicepresidente de Fertilizar, comentó “todavía hay mucha diferencia entre las prácticas habituales y las que podemos hacer con otras que pueden lograr 639 kilos de soja a favor. Este margen mejora con un retorno de 72 dólares por hectárea de fertilización”. Según el vicepresidente de Fertilizar, el 65% de los productores de soja aplica 60 kilos de fertilizantes y que la dosis de alto rendimiento debería ascener a 180 kilos para obtener ese diferencial de rendimiento. “Si lográramos que esas casi 9 millones de has con un aumento de 639 kg/ha, aumentaría 5,6 millones de toneladas de soja. Esta cuenta es para los que están en un arrancador y podría dar el salto”.
En cuanto a la estrategia, Bassi dijo que “en la última red de ensayos vemos que tienen que estar todos los nutrientes, no se puede hacer como en otros cultivos, donde el productor primero enfoca el fósforo y luego se da cuenta de que se quedó corto con el nitrógeno. Hay que poner todo en su lugar: fósforo, azufre, inoculación y en algunos casos zinc (su falta puede ser muy limitante) y boro”.
La práctica de la fertilización ya está bien asumida por los productores en trigo y maíz para obtener mayores rendimientos y calidad, pero en la soja todavía no ocurre lo mismo. Bassi sostiene que esto se debe a que “con nada tiene 3.200 kilos de rendimiento, entonces cuesta moverlo a poner mucho más para alcanzar 3.800 ó 4.000 kilos. Recomendamos que miren los ensayos que tenemos en la página web, saquen conclusiones y hagan pruebas a campo, porque pasar de muy poco a poco y buscar la diferencia en el lote es muy difícil. La prueba contundente es pasar de 60 kilos a 180 kilos. El potencial que puede dar el campo, la genética y el manejo actual que tienen los cultivos no se pueden expresar. El principal cultivo de la Argentina es el único que está estancado en sus rendimientos promedio. Evidentemente algo estamos haciendo mal y la brecha nutricional explica el 80% de este estancamiento”.
El consumo de fertilizantes marcaría un nuevo récord. El nivel de inversión en insumos está directamente relacionada con las expectativas y la capacidad de financiamiento del productor. Según Jorge Bassi, “hasta las retenciones veníamos creciendo muchísimo, el trigo había sido una locomotora con gente que redescubrió el potencial que tienen los nuevos materiales y las viejas prácticas cuando fertilizaba fuerte y ahora está un poco más detenido. Esperamos que el último trimestre sea bastante parecido al anterior. Será un año probablemente récord en el consumo de fertilizantes si se toma de punta a punta, pero tenemos que ver cómo termina porque el productor ha puesto un pie en el freno y está ‘recalculando’”.
Desde Fertilizar auguran que se podría alcanzar el récord de 4 millones de toneladas de fertilizantes. Bassi sostuvo que “si se logra el récord es por el trigo pero no con el maíz por el cambio de reglas de juego. Si vemos el vaso medio lleno, la gente respondió, nosotros veníamos diciendo que el trigo tenía baja proteína porque se fertiliza poco, la gente se ajustó, fue a buscar rendimiento y proteína y me parece que fue muy inteligente en las decisiones que se tomaron. Esperamos que con un clima favorable tengamos una muy buena campaña. En maíz esperábamos algo similar y evidentemente se está planchando”.
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