La producción de carne porcina en la Argentina en los últimos años ha tomado una senda de crecimiento en producción y consumo, que de 2005 a 2015 pasó de 5 a 15 kg/hab/año. El consumo de carne de cerdo es la principal fuente de proteína en el mundo.
Como parámetro, en China se consumen unos 70 kg/hab/año. Argentina pasó de 2005 a 2015 pasó de 5 a 15 kg/hab/año, por lo tanto queda mucho por crecer. La intensificación acompañó este crecimiento y hoy se calcula que hay ente 250 y 300 mil madres en producciones tecnificadas. El promedio de destete pasó de 10 lechones a 13 en algunos casos durante estos últimos años de la mano del progreso genético.
REPRODUCCIÓN. Agropecuaria La Lucía, ubicada en Alberti, provincia de Buenos Aires, cuenta con 2.400 madres en producción. Se inseminan entre 120 y 130 cerdas todas las semanas y el índice de fertilidad es del 93 por ciento. El período de gestación es de 115 días y el destete se hace a los 28 días. Cada cerda desteta un promedio de 13 lechones de 7,5 a 7,8 kilos. Cada semana nacen 1.500 lechones. En esta granja apuestan por la integración y poseen 2.600 hectáreas donde siembran maíz para uso propio y soja. Este año agregaron cebada y trigo para incorporar otro componente a las dietas.
En La Lucía implementan un sistema muy difundido en otros países que se denomina “Wean to finish” (engorde hasta terminación). Una vez destetados, los lechones se llevan a un galpón donde permanecen hasta llegar al peso de faena. En el sistema tradicional, los destetados se trasladan a un galpón durante 70 días y luego pasan a los de terminación hasta llegar kilaje de faena a los 170 días. Según Nocelli, “En el sistema ‘Wean to finish’ se necesita menos gente pero más calificada e implica más uso detecnología, porque la ventilación se maneja de manera automática, por ejemplo. En este sistema se ahorran movimientos, porque en el tradicional hay que volver a limpiar los galpones y otra ventaja es que se estresan menos. La única desventaja es que al comienzo ocupan más espacio por animal”.
CUESTIÓN DE PRECIO. Nicolás Nocelli, gerente de Producción de La Lucía, comentó a Super CAMPO cómo impactó en la producción la devaluación de los últimos meses. “Tuvimos una gran faena con animales de 125 kilos, pero si hubiera sido de 110 kilos nos habría creado problemas. Ahora estamos sufriendo como todos. Por el momento que estamos, estamos bien pero todos los sentimos y agregarle de 10 a 15 kilos por animal más suma. Los alimentos iniciales son fórmula que son totalmente importados. Seguimos integrándonos para abaratar el costo de fletes. El dueño no ha perdido plata, ha estado justo. La mayoría de los criaderos chicos se están fundiendo y se le hace difícil mantenerse al que no es eficiente. El año que viene los granos estarán caros. Nosotros invertimos cuando el dólar se mantenía más o menos estable, pero hoy terminar los galpones que nos faltan nos va a costar, porque si antes los amortizábamos en 10 años ahora llevarán 20 a 25 años. Hoy la importación está frenada por el dólar, pero igual se trae mucho de Brasil”.
Nocelli considera que aumentará el precio hacia fin de año, cuando aumenta el consumo de carne de cerdo. “A partir de octubre el precio aumenta porque se empieza a consumir más fiambre y entre diciembre y enero no alcanza nunca. Esta semana el precio pasó de 30 a 36 pesos el kilo de capón y si todos los costos siguen aumentando con el dólar, no sé cómo va a quedar. El precio de los insumos, como los núcleos para la alimentación, se pagan en dólares y probablemente el costo de producción llegue a 34 o 35 pesos. Por lo tanto es probable que a fin de año llegue a 40 pesos y comencemos a tener un poco más de aire”. Con respecto a la evolución en los próximos meses, Nocelli opinó: “Si aumenta el precio interno la carne bovina debido a su exportación, el mercado interno para el cerdo será bueno”.
EXPERIMENTAL Y COMERCIAL. La Lucía, junto a la empresa proveedora de alimentos balanceados Bioter llevan adelante un centro experimental dentro de la misma granja. Según Santiago Capalbo, director Técnico de Bioter, “replicamos el modelo de una granja experimental en una comercial. Con ello tenemos datos fidedignos y precisos y los datos se pueden reproducir en condiciones de campo porque es una granja cuyo sistema es producir kilos de carne. Todo lo que le pase a esta granja le pasa a otras. A partir de los datos que se obtengan, se pueden desarrollar programas nutricionales maximizando el costo beneficio”.
Capalbo agregó que “siempre se habla de que la nutrición va un paso por detrás de los cambios genéticos. En Argentina somos jóvenes en producción. Tenemos 300 mil granjas tecnificadas mientras que en Brasil tienen 2,5 millones. Por ello el objetivo es transferir conocimiento al sector, como curvas de crecimiento, consumo y respuestas en condiciones comerciales”.
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