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Ovinos

06/09/2018

Río Negro: se recupera la ganadería ovina

La actividad fue favorecida primero por el cambio de escenario económico de los últimos dos años y la mejora de los precios internacionales.
La producción ovina de Río Negro, luego de superar más de 8 años y medios de cenizas volcánicas y sequías prolongadas, comienza a recuperarse. El desafío ahora es mejorar la genética para crecer.

La producción de la provincia de Río Negro comenzó una lenta recuperación en los últimos dos años, luego de soportar una intensa sequía que arrancó en 2007 y se extendió hasta 2014. En el medio, los ovejeros de esta provincia vieron como la arena volcánica del volcán chileno Puyehue devastaron las majadas para dejar una existencia de apenas 700.000 cabezas, contra 1,8 millón que había antes de las catástrofes.

Hoy la ecuación se revirtió porque ya hay una majada de casi 1,6 millón de cabezas y en ascenso. Mejoró el precio de la lana, que oscila entre los 6 y los 8 dólares, dependiendo de la calidad, sumado a que los valores de la carne mostraron una recuperación al ubicarse entre 87 y 95 pesos el kilo al gancho, pagados al productor, según la categoría según datos del INTA.

Super CAMPO estuvo presente en la 9º Edición de la Sociedad Rural de Maquinchao, localidad ubicada al centro sur de la provincia (una de las principales regiones ovejeras) para conocer la realidad que esta actividad muestra. A este rosario de buenas noticias se le suma ahora la perspectiva de posibles exportaciones de carne ovina a Japón y Emiratos Árabes, de acuerdo con lo expresado a Super CAMPO por Tabaré Bassi, subsecretario de Ganadería de la Provincia. “En el transcurso de este año se puede consolidar un vínculo comercial para exportar carne ovina a Japón. Lo mismo sucede con Emiratos Árabes, ya que hay interés y es muy factible que se pueda concretar alguna exportación del mismo tipo de carne”, indica Bassi. El canal de comercialización sería a través del “Frigorífico Arroyo” ubicado en San Carlos de Bariloche, donde se encuentra la mayor producción de la provincia para esta especie.

CAMBIOS. La actividad ovina “pasa por un muy buen momento, los precios internacionales son muy buenos, se ubican en niveles históricos”, asegura Julián Gonzalo, del establecimiento Río Pico, de Río Pico, Chubut. “Nos nevó bien, la primavera fue un poco seca, pero volvió a llover y a eso súmale que los precios nos acompañaron, sobre todo para la lana fina y con menos de 20 micrones, bien acondicionada, hemos logrado precios excepcionales que alcanzaron a los 10,50 dólares”, celebra el productor.

Las lanas finas tienen como principal mercado a Francia y Alemania. China puede ser en el futuro un mercado potencial. La provincia de Chubut, explica Gonzalo, llegó a producir 6 millones de toneladas de lana anuales, pero hoy alcanza a los 3 millones de toneladas, asegura el productor que maneja en su establecimiento 20.000 ovejas y una producción de 100.000 kilos de lana.

POLÍTICAS. Las condiciones de la ganadería ovina mejoraron “a partir del cambio de políticas en el momento en que nos llovió y terminó el período de sequía que veníamos padeciendo desde hacía varios años”, asegura Héctor Samborain a Super CAMPO. El productor es el dueño del establecimiento San Juan, ubicado en Maquinchao, Río Negro. La explotación tiene 10.000 hectáreas con pasturas naturales, 5.500 ovejas de esquila, 4.000 madres y el resto es reposición y carneros, todos de la raza Merino. “En los dos o tres últimos años la situación de la ganadería ovina mejoró para nosotros en el mercado local y tambiénen el internacional porque se abrió la exportación de lana buena”, agrega el productor.

El cambio de escenario económico de los últimos años ayudó para consolidar en los productores la incorporación de mejor genética, aunque Samborain reconoce que hubo que sortear dificultades: “Siempre tratamos de trabajar bien en la medida que el presupuesto lo permite y, al tener un mejor panorama para la exportación, nos esmeramos por comprar mejor genética”, añade.

El productor comenta que el precio de la lana está relacionado con la calidad y asegura que sería mejor si en la zona funcionaran lavaderos de lana. Pero las cuatro o cinco firmas exportadoras venden la lana sucia. “Las condiciones de la ganadería cambiaron desde que volvió la lluvia, luego de sufrir las consecuencias de las cenizas del volcán Puyehue y en los últimos dos o tres años cambió la situación, inclusive en los mercados internacionales. Se abrió la exportación y el mercado internacional de la lana mejoró en especial para la lana buena”, confía Sanborain.

LLUVIAS. “Ya estábamos preocupados porque faltaba agua, pero nos llovió un poco y ahora estamos contentos. Padecimos muchos años de sequía y el problema de las cenizas. Pero ahora nos alienta el precio de la lana que mejoró mucho”, asegura Edgardo Mayer, propietario del establecimientoLagunitas” ubicado en Los Melucos, que posee una majada de 20 mil ovejas. Mayer recuerda que a partir de fines de 2007 comenzó un período de sequía, con meses de mucho frío y nieve, donde hubo días y noches con 10 grados bajo cero: “Tuvimos años con  altibajos y espaciados, hubo gente que perdió el 50 o el 60 por ciento de su hacienda. Con ese poquito lograron seguir adelante, otros abandonaron los campos porque no pudieron resistir más”. “A nosotros nos perjudicó, además el cepo cambiario, nos ‘hizo bolsa’, teníamos los costos en dólares, un inflación del 25 por ciento y a la hora de cobrar lo hacíamos con un dólar de $7 y el billete estaba a $14, hasta que comenzó el cambio de política”, recuerda el productor.

Por Eduardo Bustos para Super CAMPO.

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