Supercampo

Twitter

Facebook

G Plus

Suscribite

11/11/2016

Los planes de Macri para la pesca

El subsecretario de Pesca, Tomás Gerpe, indicó que las metas del Gobierno son la búsqueda de nuevos mercados, la atención de la situación del empleo y la mejora del control y la investigación.
Planta de procesamiento de merluza en Puerto Madryn. FOTO: MAGyP.

La política pesquera de la administración de Mauricio Macri está centrada en la búsqueda de nuevos destinos de exportación, la atención de la situación del empleo y la mejora del control y la investigación, en un sector que genera anualmente u$s1.500 millones en ventas al exterior.

Así lo indicó el subsecretario de Pesca, Tomás Gerpe, quien refirió que en los últimos meses «se mejoraron los controles» para posibilitar un manejo efectivo de las capturas y «avanzar con la fiscalización impositiva y previsional».

Según Gerpe, las medidas adoptadas en los últimos diez meses en el área pesquera apuntaron a contar con «más investigación y mejores controles» en los barcos, el puerto y en las plantas, motivo por el cual este año ya se instalaron las primeras cámaras en los buques y se realizaron acciones de fiscalización en el área laboral.

Para el caso de los inspectores, el funcionario consideró necesario acelerar el uso de tecnología, ampliar la capacitación y disponer una mejora en el nivel salarial para posibilitar, en definitiva, que «la pesquería sea sustentable».

Por ello, Gerpe lamentó la falta de campañas encaradas por el Inidep (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) en los dos últimos años y consignó la necesidad de revertir la situación, en principio, a través de la inversión de nuevos equipos y el impulso de la nueva campaña de información sobre la merluza.

Asimismo, ponderó el relevamiento que en materia de empleo está encarando el Ministerio de Agroindustria conjuntamente con funcionarios de los ministerios de Trabajo de la Nación y de la provincia de Buenos Aires en Mar del Plata, ciudad que ocupa a unos 33 mil trabajadores, de los cuales 13 mil son de cooperativas y otros 10 mil están embarcados.

Para el caso de la pesca de la merluza, Gerpe consideró que «la pesquería está sostenida: la captura máxima permitida se mantiene en 350 mil toneladas totales, de las cuales 290 mil corresponde a las capturas realizadas al sur del Paralelo 41, otras 30 mil al norte, y un número similar de captura en la zona común que la Argentina tiene con Uruguay».

«Esto está bien por ahora», reconoció el subsecretario de Pesca, quien sostuvo que más de un 30% del mar argentino se encuentra vedado para la captura de merluza con el objeto de preservar a los juveniles.

Agregó: «Con la campaña global de merluza del Inidep vamos a comenzar a tener nueva información para mejorar la performance de los modelos: para avanzar con políticas públicas debemos tener conocimiento» de la situación que ofrecen hoy las especies en el mar argentino.

En otro orden, se informó que las capturas de calamar cayeron abruptamente en el 2016 a 55 mil toneladas, atribuido esto a la situación climática que ofreció el efecto «El Niño», mientras que para el langostino, el desembarco en las lonjas ronda las 140 mil toneladas.

Para los funcionarios de la Pesca, la Argentina lograría consolidar en el 2016 exportaciones por u$s1.500 millones, a partir de contar con valores internacionales de u$s6.000 por tonelada de langostino, entre u$s2.600 y u$s3.000 para merluza y otros casi u$s1.800 para el calamar, de los que el año pasado casi se llegó a pescar 130 mil toneladas.

En materia de exportación, el Gobierno busca rever situaciones como México o los Estados Unidos, donde los aranceles que impone el Nafta son muy altos y resultan ser una limitante. Entre otras opciones sobre las cuales trabajar figuran Europa y Rusia, destino que vuelve a ser tentador tras la fuerte devaluación que sufrió su moneda, el rublo.

Mala performance del calamar a causa de «El Niño»

La Argentina registró en lo que va de 2016 un magro nivel de capturas de calamar tras contabilizar el desembarque de 55 mil toneladas en los puertos locales, cifra que ofreció un recorte de casi 60% interanual.

Gerpe atribuyó esta situación a lo que definió como el efecto de «ciclos aleatorios» que se repiten cada tres o cuatro años, ya que durante el 2016 se debió sortear el efecto de «El Niño».

«Esto no lo hemos visto en merluza o langostino, no hubo correlación directa, pero lo vimos muy fuerte en el calamar, ya que los desembarques cayeron a 55 mil toneladas de las 125 mil a 130 mil contabilizadas en el ciclo anterior», explicó.

Consultado sobre la previsión que tiene el área gubernamental respecto al 2017, Gerpe consignó: «Confío que vamos a vivir una etapa de abundancia», tal como la que se vivió luego del efecto climático de «El Niño» en 2010.

«Definitivamente ‘El Niño’ afecta, y este año fue particularmente fuerte» para el caso de la pesquería del calamar.

Según indicó, «ante un efecto climático extraordinario, el calamar actúa bajo condiciones extremas del ecosistema: desaparece; hoy no lo encontramos, tal vez desciende a una mayor profundidad».

La información aportada por el Ministerio de Agroindustria advierte que en la zona de Malvinas se logró durante este año un nivel escaso de pesca de calamar, ya que las 3.000 toneladas computadas por los poteros contrasta con las 300 mil registradas durante el 2015.

FUENTE: DyN

Archivado en: , , , , , ,

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *