Justo cuando está por ponerse en marcha la siembra del nuevo trigo, el contexto internacional para el cereal alienta perspectivas positivas, apalancado en una leve disminución de área y un mercado mundial más equilibrado. El marco lo delineó Gustavo López, de la Consultora Agritrend, en el arranque del bloque que analizó las «Perspectivas del Mercado Internacional y Local – La demanda de Brasil y otros destinos» en A Todo Trigo 2016, que se llevó a cabo el 5 y 6 de mayo en Mar del Plata.
En la lectura que hizo López, «el trigo mundial 2016/17 se presenta con una disminución del 3% del área sembrada, y la reducción se da en oferentes exportadores que no son Canadá, Australia ni la Argentina. Además, hay ajustes en los stocks finales que hacen pensar en precios relativamente sostenidos«.
También revalorizó que la Argentina vuelva al concierto mundial para estar entre los principales jugadores. «Hace muy poco exportamos en torno a 1,8 a 2 millones de toneladas, y hoy las proyecciones del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) anticipan una recomposición de hasta las 8 millones de toneladas en 2025, que incluso creo se podrían superar», dijo esperanzado López.
En la misma línea cabe esperar que las compras se sostengan. El USDA prevé una demanda mundial de 190 millones de toneladas para mediados de 2025. «Ya no estamos en el fondo de la tabla con un saldo exportable mínimo, sino que vemos un fuerte crecimiento del área, con mayor saldo exportable y recuperación de mercados, especialmente Brasil que ha sido poco atendido en los últimos años», anticipó.
Para López, los precios son interesantes. «Las posiciones del trigo nuevo en el MaTBA se ubican en torno a 165 a u$s170/ton, precios que se hacen más atractivos en un mercado libre, porque hasta hace apenas un año pensábamos si podríamos venderlo«, analizó.
El líder de Agritrend también realizó una proyección general de los granos, según la cual en 2016/17 el área de trigo estará en torno a las 5 millones de hectáreas aproximadas (3,4 millones en 2015/16), pasando la producción del cereal a 15.300 millones de toneladas frente a los 10.300 del ciclo anterior. El maíz pasaría de 3,3 millones de hectáreas a 4,2 millones y la soja muestra una contracción en el área de 20,1 millones de hectáreas a 19. La buena noticia para López es que estos números «comienzan a cambiar el porcentaje de cereales en las rotaciones, pasando de 32% a 37% del ciclo 2015/16 al 2016/17 y anticipando un modelo más sustentable».
Finalmente, López se hizo eco de la urgencia de «incorporar tecnología para lograr calidad y tener una mejor retribución por el trigo comercializado».
El mercado de Brasil
Para plasmar aspectos de la calidad que espera Brasil, Conrado Mariotti Neto, de Abitrigo, anticipó requerimientos de sus molinos. «Todavía tenemos un resto por importar a abril de 1,8 millones de toneladas aproximadas», dijo, y recordó que en 2011 y 2012 la Argentina envío 4,8 millones de toneladas del cereal, mientras que en 2014/15 apenas fueron 2,1 millones. «Gran parte de la caída fue por falta de calidad», dijo. Mariotti Neto recordó al auditorio que «en Brasil la panificación se lleva el 54% del cereal, por eso la clave es el trigo de calidad».
Asimismo, indicó que atraviesan cambios en el consumo, en favor de la estética y una vida más saludable. «Abitrigo hizo una propuesta para estimular la demanda y para que la panificación pueda mejorar la clasificación de los trigos», dijo.
Finalmente, solicitó que «ambos países se sienten a dialogar para que ese 60% de la demanda siga siendo abastecido».
Por su parte, la doctora Denise de Oliveira Resende, también de Abitrigo, se refirió a las exigencias más técnicas que está planteando Brasil para acceder con los trigos locales. Advirtió sobre los restos de micotoxinas en el cereal e indicó que en enero de 2017 entrarán en vigencia los valores definidos oportunamente. «También definimos el nivel de fortificación de las harinas y tenemos valores de contenido de gluten según cada harina. Además, es obligatorio el etiquetado para todos los productos que sean alergenos», priorizó.
Entre otros aspectos, profundizó sobre los residuos de agroquímicos. «Es muy importante en Brasil porque el trigo tiene un gran impacto en la ingesta diaria, ya que está entre los tres alimentos más consumidos. Anvisa y el Ministerio de Agricultura controlan la cantidad de agroquímicos en los alimentos definidos, y en 2016 el trigo ya entró en su órbita de control», anunció.
Respecto de los productos agroquímicos permitidos para trigo, en Brasil hay 118 y en la Argentina 100; pero 53 de los permitidos en la Argentina no lo están en Brasil y 14 tienen mayor nivel aquí. «Si esos 14 productos se detectan en el trigo exportado, tendremos un problema. La sugerencia es la evaluación conjunta para encontrar soluciones, ya sea dentro del Mercosur o en las reuniones bilaterales», recomendó la funcionaria brasileña.
Calidad para no quedarse afuera del mercado
«Conquistar nuevos mercados no es difícil, es lo más simple que hay», dijo optimista Leandro Pierbattisti, asesor de la Federación de Acopiadores de Cereales, que cerró el bloque de comercialización. «El mercado no tiene rencor si se cumplen las condiciones acordadas y la competitividad se mide en función del costo y la accesibilidad», sostuvo.
Para el especialista, el costo es precio, pero no alcanza sólo con tener un buen tipo de cambio para ser competitivo, se necesita logística de transporte, costos de fobbing y fletes accesibles, entre otros factores.
Al hablar de la calidad, indicó que muchas veces funciona como barrera de acceso a los mercados. «La primera dificultad surge en función del lugar de la cadena en la que se esté parado -analizó -, por eso para hablar de calidad primero hay que establecer qué es».
Además, indicó que con los años ha cambiado la calidad requerida en el mundo y ya no sólo por lo que demandan los compradores. «La llegada de nuevos oferentes en el mercado mundial facilitó el acceso a una exigencia mínima de calidad más rígida. La calidad es una prima variable; pero en la Argentina no estamos en los mercados de prima sino en uno de descuento. El mundo define el 0 (o el nivel en que empieza a pagar) en 11 base húmeda; por arriba prima, si mejora la calidad, los descuentos desaparecen», dijo.
Pierbattisti indicó que para optimizar la comercialización la Argentina se debe privilegiar la proximidad geográfica. «Tenemos en Sudamérica esa gran posibilidad con un mercado de unos 14 millones de toneladas y sólo 5 países oferentes; pero si nos metemos en el norte de África deberemos competir con 18 vendedores», analizó.
Ampliando el abanico, aparecen otros mercados como África del Este y Medio Oriente, que también muestran buenas oportunidades.
«Esta idea de seguir privilegiando Sudamérica no pasa por mantener la producción. En lo personal creo que eso sería un suicidio. Tenemos que seguir aumentando la producción pero apuntando a mejorar la calidad», concluyó el asesor de la Federación.
Twitter
Facebook
G Plus