La pérdida de calidad en los cultivos de soja afectados por las inundaciones llevaría a la Argentina a dejar de percibir u$s1.275 millones durante 2016, de los cuales más de 70% corresponden a pérdidas sufridas por la producción oleaginosa en Santa Fe.
Este dato fue arrojado por la Bolsa de Comercio de Rosario, cuyos equipos técnicos advierten que el agro dejaría de percibir unos u$s843 millones por el anegamiento de campos cultivados con soja, donde 72% le atañe a los productores santafesinos.
Tras las lluvias récord registradas durante abril, informes del Ministerio de la Producción y la Bolsa de Comercio de Santa Fe consignan la reanudación del proceso de trilla condicionado por la posibilidad de acceder a los lotes y experimentando un fuerte impacto sobre los rindes.
En el centro y norte santafesino, el rinde promedio que se está obteniendo ronda los 2.500 kilos por hectárea, constatando caídas en los rendimientos que van desde un 5 a máximos del 85%, con diferentes grados de daño.
Si bien aún resta completar el reconocimiento de los cultivos malogrados por el exceso de agua, estimaciones realizadas a fines de abril por el Ministerio de Agroindustria prevén una pérdida de 3,3 millones de toneladas de soja, que recortan la estimación de cosecha a 57,6 millones de toneladas.
De igual forma, el Oil World también prevé una pérdida de al menos 3 millones de toneladas por efecto de las inundaciones, mientras que la Bolsa de Cereales porteñas recortó a 56 millones de toneladas de producción, con la poda de 4 millones de toneladas.
Teniendo en cuenta estos datos, un informe de la Bolsa rosarina -realizado por Julio Calzada y Sofía Corina- refiere que unas 3,3 millones de toneladas de soja que se malograrían durante el presente ciclo, unas 2.376.000 toneladas corresponden a la producción de la provincia de Santa Fe. Según la BCR, este distrito contaría con una participación excluyente del 71% en la pérdida total nacional de producción de soja por caída en los rindes oleaginosos, sin contabilizar aquí el efecto final que ofrecerá los problemas de calidad.
Así, los especialistas admiten que la producción agrícola en la Argentina dejará de percibir ingresos por unos u$s1.275 millones por caída en los rindes, de los cuales aproximadamente u$s910 millones son pérdidas de exportaciones santafesinas.
Esto está vinculado a la caída de un 24% que experimentan los rindes comparados con los evaluados previo al temporal, contabilizando actualmente una baja de 1.000 kilos por hectárea por exceso de humedad y anegamiento de suelos. Los datos técnicos refieren que esto significa la pérdida de 561.000 toneladas de producción. En el sur de Santa Fe las pérdidas de rinde alcanzan un 13%, tras haberse malogrado unas 315.000 toneladas que no pudieron ser cultivadas.
En tanto, en campos ubicados en el centro-sur santafesino las pérdidas resultan ser mayores, totalizando unas 561.000 toneladas malogradas.
Por su parte, datos relevados a productores, bolsas y entidades ruralistas refieren que Santa Fe enfrentó la afectación por inundación de 7.000.000 de hectáreas, de las cuales 3,4 millones aún están bajo agua.
Así se arruinó gran parte de la cosecha gruesa, que no pudo ser levantada principalmente para la soja de primera, y también la situación de las cuencas lecheras, donde se afectó un 50% de su producción láctea.
FUENTE: DyN
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