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10/03/2016

La esperanza de las cadenas granarias

Representantes de las cadenas de valor de los cuatro principales cultivos ofrecieron una conferencia conjunta en Expoagro. Análisis del presente y perspectivas a futuro.
Maíz AX 7822, híbrido de Nidera. FOTO: Norberto Melone - SuperCAMPO.

Los representantes de las cadenas de valor de los cuatro principales cultivos agrícolas del país resumieron en una conferencia de prensa los desafíos conjuntos y las necesidades comunes de esta nueva etapa, para luego expresar la situación que atraviesa cada cadena en particular.

Rodolfo Rossi, de Acsoja, expresó los aspectos que son comunes a las cuatro entidades, y dijo: «Estamos frente a una nueva etapa en la historia de nuestro país. Las cuatro cadenas confiamos en que se inicia un camino de gran responsabilidad que nos obliga a colaborar para revertir la mala situación económica en la que caímos de los últimos años».

«Sabemos que nuestro sector tiene la posibilidad de generar un crecimiento en el corto plazo y que este crecimiento repercute favorablemente en toda la sociedad porque hace posible desarrollarse, afincarse y crecer en los propios territorios. Las cadenas de valor debemos ser el pivote para esa transformación», agregó Rossi.

Según indicó, las nuevas reglas económicas han sido recibidas favorablemente por todos los eslabones de las cadenas, y están viviendo un clima de expectativa para producir más y mejor. «Son promesas cumplidas que nos permitirán contar con reglas claras para generar y colocar nuestras producciones en los mercados internos y principalmente los externos, que son los que pueden sustentar un crecimiento estable en el tiempo», sostuvo, al tiempo que agregó: «Nos han sacado un pie de encima y nos han transferido una responsabilidad: la de aplicar tecnologías que nos permitan ser más equilibrados y sustentables a la hora de planificar nuestros sistemas de producción».

Asimismo, reconoció el importante rol del sector ganadero, al que consideró «aliado, más bien complementario y sinérgico en la creación de valor». «Debemos confiar en un trabajo conjunto, privados y Estado, que nos vuelva a insertar en el mundo», dijo Rossi.

«Con precios deprimidos -continuó-, la competencia internacional con nuestros pares requiere más aún de equilibrar los esfuerzos hacia la competitividad dentro de nuestras propias cadenas, con el acompañamiento de nuestros representantes internacionales, a los cuales debemos apoyar con información precisa, tan necesaria frente a las barreras de todo tipo que se instalan en los países importadores».

Segun Rossi, el mensaje principal que el país debe llevar al mundo es que es productor de «alimentos inocuos y sanos y abundantes».
«Estos cambios positivos en la situación local ya han creado un alerta en nuestros competidores. Es lógico que haya sido así. Todavía nos respetan y saben de nuestras fuerzas. Saben que tenemos los instrumentos y los vamos a usar. Pero estamos también comprometidos con diferentes asociaciones que formamos con los países productores para trabajar juntos frente a esas trabas de los países importadores de alimentos, que están en permanente amenaza», señaló.

En el marco de una conferencia de prensa conjunta en Expoagro, cada una de las cadenas ha expresado sus pensamientos sobre la situación actual. «Estamos motivados. Pero persiste cierta incertidumbre, ya que corregir el rumbo económico del país y acomodar sus variables no será fácil. Sabemos que estamos frente a un equilibrio inestable, que esperamos que al ser controladas esas variables mantengan nuestra competitividad y el incentivo a producir», opinó Rossi.

Agregó que también como herramienta para la competitividad de los cultivos autógamos se necesita resolver la situación en cuanto al germoplasma y las nuevas tecnologías en semillas, «que no solo es crónico sino que parece irresoluble» por ellos mismos. Las cadenas han definido oportunamente consensos que fueron propuestas concretas para una nueva legislación, y aplicabilidad y control de la ley actual. «Aspiramos a que la intervención de los poderes del Estado de una vez por todas encauce hacia las soluciones», afirmó.

Según opinó, «el plan de infraestructura que se anuncia debe priorizar las vías de comunicación y transporte de nuestros productos». «Esto es horizontal a toda la producción agropecuaria y más cuando el origen está alejado de las fábricas y los puertos. Aseguramos que el nuevo equilibrio de cultivos, y el crecimiento del área agrícola de la mano de activar las producciones regionales, generarán en corto tiempo más producción en volumen y diversidad. Por ello la premura«, señaló.

El sector, en estos últimos años, no detuvo su mejora en la capacitación y en el desarrollo de tecnologías, y se ha esforzado en mejorar las Buenas Prácticas en todos los eslabones. Sin embargo, dijo Rossi: «Hoy nos encontramos frente a problemas agronómicos nuevos y costosos de resolver. Por ello, la posibilidad que nos dan las nuevas reglas de juego son auspiciosas, en cuanto a que tendremos mayor producción con sustentabilidad«.

«Tenemos vocación por lo que hacemos, aptitud para generar riqueza, la actitud frente a nuestra misión frente a la sociedad, el compromiso del esfuerzo conjunto, y el éxito asegurado, si trabajamos todos juntos. Es una nueva y esperanzada etapa de nuestro país», concluyó Rossi.

Luego de su exposición, cada cadena realizó un análisis de la situación actual de sus cultivos y lo que esperan para el futuro. Aquí, las disertaciones de los titulares de las asociaciones:

Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar): Aníbal Ivancich, presidente

El nuevo período post retenciones y restricciones al comercio nos obliga a trabajar en las ideas centrales por las cuales se fundó nuestra asociación: la construcción de cadenas y redes de valor altamente competitivas, con una fuerte inserción en el interior de nuestro país y proyectadas al mundo.

Para identificar cuáles son los factores que inciden sobre la competitividad es fundamental trabajar con los distintos eslabones que conforman la cadena del maíz y del sorgo, incluyendo sus clientes o consumidores. En un análisis metodológico y sistemático de la estrategia no alcanza con la suma de las estrategias de las empresas. Hace falta construir una estrategia común y una capacidad de coordinación entre los privados, el sector científico tecnológico, el financiamiento y el sector público.

Con este objetivo, estamos trabajando con los gobernadores de todas las provincias donde se desarrolla la cadena de valor del maíz y del sorgo, para colaborar en la creación de estrategias provinciales y regionales que maximicen la atracción de inversiones y el empleo. La única manera de generar empleo genuino y contribuir con los ingresos fiscales y la sustentabilidad del sistema productivo es a través de la generación de riqueza a partir del incremento en la producción de materias primas y sus subproductos. En este sentido, celebramos las declaraciones de la industria automotriz de aumentar el corte con biocombustible al 25.

Es clave promover nuestra presencia en los mercados mundiales y así transformarnos en un proveedor importante y confiable. En los últimos años ocurrió un cambio en las cadenas de valor pero la Argentina no participó. El sector agroalimentario a nivel internacional está debatiendo otra agenda: tratados de libre comercio, mercados, desarrollo sostenible, empleo e inversión.

Maizar viene trabajando desde su fundación en la construcción del posicionamiento y la presencia internacional de la Argentina y en particular de las cadenas de valor del agro. Como parte de este trabajo, Maizar estuvo hace dos semanas participando de la Asamblea Anual del US Grains Council. El evento reúne a los principales líderes de las cadenas agroindustriales de ese país y del mundo con el objetivo de discutir una agenda estratégica para cada uno de los sectores. Maizar fue invitada a discutir con estos prestigiosos referentes la estrategia futura de MAIZALL, la Alianza Internacional de Maíz, fundada en el año 2013 por las asociaciones de maíz de los Estados Unidos, Brasil y la Argentina con el fin de comunicar los beneficios de la agricultura moderna y los asuntos clave relacionados con la seguridad alimentaria, la producción y el comercio sostenible.

En la Argentina existen estudios que advierten que las exportaciones del país podrían entrar en riesgo debido a las exigencias ambientales. Por lo tanto, la certificación de la sustentabilidad de los productos en un futuro a corto plazo puede convertirse en una condición necesaria de acceso a los mercados. Por este motivo, Maizar está llevando a cabo, con el apoyo de CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), una iniciativa que permitirá calcular la huella de carbono de varios productos de la cadena de valor del maíz y del sorgo, partiendo de la base de las mediciones reales. Así se podrá contar con datos más acordes a la realidad en relación a las emisiones de GEI del sector agrícola. Las metodologías utilizadas para hacer los inventarios de emisiones diseñadas por el IPCC sobreestiman de forma muy desfavorable las emisiones, cuando se comparan estos datos con las mediciones reales a campo.

El trabajo que se viene haciendo en el plano internacional parecía irrelevante frente a los brutales obstáculos que hubo y sigue habiendo por superar en relación a la coyuntura de ROEs, retenciones, inflación, atraso cambiario y otras dificultades económicas que atraviesan los distintos sectores. Sin embargo, puede ser ahora el foco de atracción de flujos de inversiones hacia una Argentina que disminuya los costos de transacción y desarrolle la competitividad de sus cadenas de valor, para que así pueda volver a colocar sus productos en el mundo y contribuir a la seguridad alimentaria global y a la generación de empleo y oportunidades para cada uno de los habitantes del país.

Asociación Argentina de Girasol (Asagir): Luis Arias, presidente

El cambio de rumbo en la política agroindustrial y el impacto que produjo la eliminación de los Derechos de Exportación (DerEx), que eran del 32% para el grano y 30% para el aceite crudo, fueron las principales razones del renovado interés por el girasol.

Hacia el inicio de campaña, el grano de girasol tenía un valor estimado de u$s185. El mercado fue acomodándose a las nuevas circunstancias y hoy cotiza entre u$s275 y u$s290, valores a los que debe sumarse la bonificación por contenido de aceite (en promedio un 10-12%).

La Unión Europea ha establecido una tolerancia cero para residuos de fitosanitarios utilizados en almacenaje que, aunque están presentes en algunos embarques de aceite crudo, son eliminados completamente en el proceso de refinado. Esta circunstancia hace que los aceites procedentes de la Argentina no puedan ingresar a la UE y tampoco tomar Rotterdam como valor de referencia, sino las cotizaciones del Mar Negro (Rusia y Ucrania), sensiblemente inferiores. La Cadena de Valor Girasol trabaja en este tema desde el año 2002 y más recientemente en un comité mixto junto al Senasa desarrollando un conjunto de actividades tendientes a solucionar este problema.

Si bien la quita de los DerEx ha significado una notable mejora para todos los eslabones de la cadena de valor y para la competitividad del cultivo, quedan pendientes:

– incrementar la productividad del cultivo;
– encontrar soluciones al flagelo que significa el aumento de la población y el daño de aves en algunas zonas;
– mejorar cuestiones sanitarias, en particular de enfermedades como Phomopsis y Mildew;
– resolver el diferencial arancelario de importación de 6,4 puntos que aplica la UE para el aceite contra el 0% que aplica al grano de girasol y fomentar el agregado de valor de nuestros productos de exportación.

Al respecto, Asagir trabaja en forma conjunta con el INTA para caracterizar agronómicamente los cultivares disponibles y brindar información que permita al productor elegir la genética más adecuada a sus circunstancias. También promueve la investigación para conocer la dinámica poblacional de la paloma y poder así encontrar prácticas agronómicas que permitan reducir el daño; conduce el Proyecto Brechas, destinado a cuantificar la diferencia entre rendimientos logrados y logrables, explicar el (los) por qué de esa diferencia y proponer soluciones; colabora en la búsqueda de alternativas para los condicionantes sanitarios; y ha iniciado, además, contactos con las autoridades con el fin de encontrar soluciones para la barrera que significa para los aceites de girasol las actuales normativas europeas sobre presencia de fitosanitarios y aranceles.

El ánimo de toda la cadena de valor girasol ha mejorado luego de la quita de retenciones y del incremento de competitividad. Se prevé una mayor intención de siembra por parte de los productores para la próxima campaña. Esta mayor área aumenta el interés de los proveedores de insumos, del comercio y del sector de ciencia y tecnología. La industria procesadora está preparada para incrementar la molienda y disminuir la capacidad ociosa creciente en los últimos años. La tendencia de caída de superficie, producción y exportación de los últimos 15 años se puede revertir y estamos seguros que toda la cadena hará todos los esfuerzos necesarios para lograr este cambio.

Asociación Argentina de Trigo (ArgenTrigo): David Hughes, presidente

ArgenTrigo celebra que el actual gobierno le ha sacado el pie de encima a la cadena y en tiempo récord. Estamos trabajando para demostrar que podremos hacer un importante aporte al desarrollo de nuestro país, mejorando nuestros suelos, generando desarrollo y trabajo en todo el territorio y ampliando los mercados donde llevaremos productos elaborados, harina y grano de trigo.

Este desafío nos lleva a mirar los problemas que aquejan realmente la competitividad de largo plazo de la cadena, como reglamentar una correcta retribución a la genética en la semilla, fortaleciendo las empresas, mayoritariamente argentinas, con científicos argentinos. Un paso importante es fortalecer al Inase y dotarlo de presupuesto para que pueda cumplir con sus responsabilidades.

No queremos dejar de recordar la falta de infraestructura, la sobrecarga administrativa que genera una burocracia que aumenta los costos y muchas veces implica penalidades excesivas. Se precisa de un sistema tributario más equitativo, pero además el Estado debe trabajar fuertemente en disminuir la informalidad.

El Estado debe asegurar las condiciones de competencia y transparencia de mercado, así como las leyes de defensa del consumidor y lealtad comercial

Para insertarnos nuevamente en el plano internacional necesitamos que el Estado mejore y genere acuerdos bilaterales, regionales y mega-regionales a fin de mejorar el acceso a estos mercados.

La búsqueda de la competitividad y el agregado de valor nos llevarán a analizar los costos de transacción, transporte y exportación, entre otros costos, para que podamos ser competitivos en el mundo al cual estamos insertándonos nuevamente.

Miramos con realismo la nueva etapa y estimamos poder sembrar una superficie muy superior a las últimas campañas, y con un paquete tecnológico que nos permita producir mucho trigo, acercándonos a las producciones anteriores al 2008, con trigo de la calidad que demandan nuestros compradores.

Asociación Argentina de la Cadena de la Soja (Acsoja): Rodolfo Rossi, presidente

Acsoja ha venido diciendo en estos años que estamos para hacer sustentable el complejo sojero, y no para crecer al infinito, siendo la única opción del productor. Sabemos que la rotación potencia los rendimientos de los cultivos y genera más valor al conjunto del sector.

De la misma manera, queremos explicitar que la quita parcial de las retenciones a la soja, y la nueva tasa de cambio, sin un plan de reducción paulatina confirmado no permite el logro de la rentabilidad adecuada, dado los costos mayores que el cultivo debe afrontar en las actuales circunstancias. Por lo mismo crea un desbalance frente a los otros cultivos, que puede generar una situación no deseada.

Hacia adelante, y específicamente sobre los costos de producción, parte de esta devaluación se licuará parcialmente por el aumento de los costos, en gran parte por inflación, que se observa en estos últimos meses.

De todos modos, la suma de los efectos posiciona mejor al productor frente a la próxima campaña.

Hay variables de producción sobre las cuales hay un horizonte de incertidumbre. Tal el caso de los costos directos de estructura, labores, personal, viáticos, gastos generales, energía, impuestos y tasas, honorarios profesionales, reparaciones y mantenimiento, entre otros.

El grano de soja, sus harinas, el aceite y el biodiesel juntos han venido generando más del 25% de las divisas -u$s40 mil millones en 11 años-, el 56% de la recaudación por los impuestos a la exportaciones y ha sido el 10% del total de los impuestos recaudados de la economía. Ese fue un aporte significativo, sin la provisión esperada de bienes y servicios públicos, reducción de la pobreza y mejoras en la educación, entre otros.

Todos conocemos que la desfavorable situación económica del país, por un excesivo gasto público sin crecimiento, necesita de una corrección de rumbo, apuntalado por la reducción del déficit fiscal. Y a eso el complejo soja le seguirá poniendo el hombro en función del bienestar general.

Nos parece muy importante que las nuevas inversiones en infraestructura de transporte que se planifican contemplen aquellas de impacto directo en la producción, ya que nos permitirá una mayor velocidad en la recuperación y en el alcance de las metas más ambiciosas. A la vez que los cambios en la política fiscal balanceen la situación de los productores frente al IVA y otros impuestos.

Tenemos una industria con alta capacidad ociosa que ha visto con beneplácito la vuelta a la importación temporaria y está expectante de toda política que contribuya a ser receptor de materias primas regionales para la industrialización con creación de valor local. En otro orden, estamos en deuda en cuanto a aprovechar las posibilidades que la soja tiene para generar cientos de productos derivados de las harinas y los aceites que nos permitan crear mayor valor y las consecuentes fuentes de trabajo.

Apoyamos el rápido tratamiento de leyes que contribuyan a la mayor aplicación de tecnología y al mejor cuidado del medio ambiente, varias de las cuales tendrán impacto en los rendimientos, en la sustentabilidad del sistema productivo y en la relación con la sociedad.

La no resolución en décadas del tema de propiedad intelectual en semillas autógamas nos coloca a los dirigentes de las entidades vinculadas y al Estado ante la responsabilidad histórica de encontrar una pronta y justa resolución. Deben aplicarse los instrumentos disponibles y activar los organismos de supervisión y control existentes sobre el germoplasma. No podemos preciarnos de competitivos, sin una consensuada, nueva, actualizada y poderosa herramienta legal que beneficie a toda la cadena en su conjunto.

Acsoja ha planteado una propuesta ampliamente apoyada por las entidades. Ya hace dos años que seguimos entendiendo que debe ser la base para lograr el objetivo.

Aspiramos, junto a todo el sector de los agronegocios, a sumarnos en un camino de recuperación del país, sabiendo que podemos cumplir un rol fundamental. Y también hacemos votos para que todos los sectores de la economía nos alineemos en la misma senda de crecimiento. El éxito será de todos.

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