La agricultura que viene requiere un mayor compromiso, inteligencia e integración en cada uno de los actores de la cadena para aumentar los rendimientos por hectárea y producir de manera sustentable. En ese contexto, la aparición de nuevos productos de nutrición de cultivos como los fosfitos, que inducen a una mayor sanidad y defensa de las plantas, comienzan a demostrar su importancia en lo que será la evolución en la manera de producir. Esta tecnología, proveniente de Brasil, tiene en el ingeniero Julio Fagliani -director de Desarrollo e Investigación de la empresa Spraytec, casa matriz– como uno de sus mayores mentores.
Julio Fagliari, quien visitó la Argentina hace pocas semanas, nació en San José del Rio Negro (Brasil) y vive en Maringá, en el estado de Paraná. Es ingeniero agrónomo graduado en la Universidad Nacional de San Pablo -UNESP-, y realizó un doctorado en la Universidad de Maringá. Trabajó durante 12 años en una cooperativa agrícola y desde hace 15 años es el encargado de Investigación y Desarrollo de Spraytec en Brasil.
“Esta tecnología se desarrolló hace ya varios años, y su uso se fue extendiendo en cultivos como soja, trigo o maíz cuando los productores vieron que el aprovechamiento de los nutrientes cuando se hace fertilización foliar es mucho mayor que cuando se aplican al suelo. La cantidad aplicada es menor, y la eficacia agronómica es superior», indicó el especialista.
«Además -agregó- nosotros diseñamos un tipo de tecnología que se destaca porque se aplica en pequeñas dosis. Esto es posible gracias a años de investigación y la utilización de materia prima de alta calidad. La mayoría de los otros productos del mercado en Brasil tiene una dosis 10 veces mayor, ya que su eficiencia es menor».
Fagliari indicó: «La firma Spraytec comenzó creando productos para mejorar las aplicaciones y desde ese entonces notamos que los coadyuvantes tienen efecto multiespecífico sobre la planta. Así fue que comenzamos a desarrollar coadyuvantes multifuncionales, para que un único producto tenga varias funciones, reduciendo ph, sacando espuma, reduciendo la deriva, aumentando la eficiencia de defensivos, en una dosis de 100 a 200 cc/ha».
«En una segunda fase -continuó- se aprovechó esa tecnología de aplicación y se le incorporaron nutrientes y fosfitos de absorción foliar en diferentes combinaciones y dosis hasta llegar a los bioestimulantes que tenemos hoy y que se utilizan en soja, maíz, trigo, poroto, caña de azúcar, cítricos y algodón. Como materia prima utilizamos fosfitos de manganeso, de potasio y de cobre. Estos fosfitos son muy importantes para mejorar la resistencia a enfermedades y sanidad de las plantas. Además, el producto contiene aminoácidos, que son precursores de elementos como proteínas, hormonas y enzimas, actuando como una “vacuna” contra las enfermedades”.
Nutrición de pasturas
Además de la línea agrícola, la empresa actualmente trabaja con fertilizantes para pasturas, con un producto totalmente diferente a los del mercado, llamado Nutrekit. Normalmente un animal se alimenta de pasturas y llega el nutriente en forma inorgánica. Cuando se aplica Nutrekit el animal aprovecha los nutrientes de forma orgánica, siendo mayor la conversión en carne o leche. Al no contener metales pesados es un producto que no deja residuos en carne ni leche. La dosis aplicada es de solo un litro por ha.
Nuevas líneas de investigación
“Actualmente se está trabajando en la tecnología Inductor, de inducción de defensas. Esta es la línea más fuerte de investigación en estos momentos. Se están analizando en laboratorio varios tipos de hongos y varias dosis de productos, buscando determinar qué componentes de los terápicos confieren esa mejora en el comportamiento frente a enfermedades. Además, seguimos investigando en la interacción entre fungicidas y biofertilizantes que son dos líneas que se complementan y más aún en estos momentos donde comienzan a aparecer en el mundo agrícola hongos resistentes a los fungicidas tradicionales”, concluyó el experto.
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