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Agricultura

29/10/2014

El Gobierno planea tener una Ley de Agricultura Familiar antes de 2015

Lo confirmó el ministro Casamiquela en Roma, durante las jornadas organizadas por la FAO.
El ministro habló sobre "Políticas Públicas para la Agricultura Familiar en la Argentina". FOTO: MAGyP.

La Argentina ratificó en la agenda internacional su compromiso con el fortalecimiento de la agricultura familiar y la valoración de sus productores como agentes centrales del abastecimiento del mercado interno y externo, durante las dos jornadas del Congreso Diálogo Global sobre Agricultura Familiar que realizó en Roma la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con la participación de más de cien países de todos los continentes.

El lunes fue el primer día de debate. Allí, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carlos Casamiquela, señaló en el marco de un panel: «Aspiramos que, antes de fin de año, nuestro país tenga una Ley de Agricultura Familiar para dar normativa y consolidar el fomento a sus productores».

«La Argentina consolidó un diseño organizacional del Estado que visibiliza a los agricultores familiares, ya que es el único capaz de garantizar equilibrio e igualdad en nuestras sociedades», indicó el titular de la cartera agropecuaria. Y agregó: «Hay que tener una fuerte política de recursos para la construcción de modelos organizacionales para la agricultura familiar».

En la Argentina, siendo el 20% del PBI del sector agropecuario nacional, esta actividad representa un 20% de tierras productivas; un 27% del valor de la producción; 30,9 millones de hectáreas totales; el 65% del total de productores -y en regiones como el NEA y el NOA supera el 80%-; abarca 250.000 establecimientos productivos; e incluye a 2.000.000 de personas, más del 53% del empleo agropecuario.

Este sector cuenta con el Foro Nacional de la Agricultura Familiar (Fonaf), un ámbito de debate y concertación de políticas públicas institucionalizado oficialmente; el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la pequeña Agricultura Familiar (Cipaf), y el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (ReNAF), perteneciente a la cartera agropecuaria, que considera que forman parte de la agricultura familiar aquellos núcleos de productores agropecuarios que utilicen recursos de origen agrario, sin importar si el destino de esas actividades es la venta, el autoconsumo o el trueque.

Al finalizar la primera jornada, el ministro encabezó junto al director general de la FAO, Graziano Da Silva, la Conferencia Internacional sobre la Agricultura Familiar en la Argentina, organizada en la misma FAO por el país, en la que ratificó el rol del Estado «como garantía de los desequilibrios socioeconómicos de nuestros países».

Graziano Da Silva destacó de la Argentina «la institucionalidad y el registro de los agricultores», así como la puesta en marcha de la Mesa de Diálogo Sustentable y del Consejo de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena «con la participación de pequeños productores y agricultores de comunidades originarias»; y rescató también «el debate establecido entre las diversas partes por una nueva ley de semillas» y el trabajo de extensión del INTA.

Por su parte, Ramiro Fresneda, subsecretario de Fortalecimiento Institucional de la Secretaría de Agricultura Familiar, afirmó: «Perder la tierra es perder la identidad, y en un estado de derecho ya sea en la Argentina, en Latinoamérica y en el mundo, no podemos permitirlo», al tiempo que remarcó el potencial de la agricultura familiar en la Argentina y el mundo, y los procesos de transformación llevados adelantes desde 2003 a la fecha.

Fresneda hizo hincapié en la instrumentación de políticas públicas diferenciadas para el sector, luego que «en los 90 el neoliberalismo arrasara con 200 mil unidades productivas», y valoró la puesta en vigencia de la ley que limita la extranjerización de la tierra y el cuidado de los bosques nativos. «La agenda que viene para la Argentina: tenencia de la tierra y saneamiento de títulos», adelantó el subsecretario.

A su turno, el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Francisco Anglesio, habló sobre el desarrollo de las maquinarias agrícolas en el país, como la cosechadora de algodón o la cañera, y señaló que «se producen en talleres regionales de la Argentina y se exportan al mundo».

Posteriormente, y en el marco de la reunión bilateral que mantuvieron el ministro y el titular de la FAO, Graziano Da Silva, éste último se mostró «sumamente interesado» en los programas relativos alcanzar la soberanía alimentaria mundial y, más precisamente, a Cambio Rural 2 y Pro Huerta. «La Argentina y América Latina son ejemplo en materia de políticas para erradicar el hambre», aseguró Da Silva.

La comitiva argentina estuvo integrada por Claudio Javier Rozencwaig, embajador Argentino ante FAO, FIDA y PMA; Daniel Bareilles, de la Asociación de Productores Agroecológicos de Cañuelas; y Marcos Folonier, de Camaf (Cámara de Fabricantes de Maquinaria para la Agricultura Familiar), quienes expusieron durante la conferencia.

Actividad en la embajada argentina

El ministro Casamiquela participó durante la segunda jornada del encuentro de la FAO del panel «El Camino por Delante», en el que intervinieron el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Kanayo F. Nwanze; el coordinador del Programa FIDA Mercosur, Álvaro Ramos; y la subdirectora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) a cargo del Departamento de Servicios para las Asociaciones y la Gobernanza, Elisabeth Rasmusson, entre otros.

Casamiquela, que estuvo acompañado por su jefe de Gabinete, Héctor Espina; la subsecretaria de Coordinación Política de la Secretaría de Coordinación Política Institucional y Emergencia Agropecuaria, Carla Seain; y por Fresneda, remarcó que «los agricultores familiares son fundamentales porque son los garantes de la seguridad alimentaria», al tiempo que destacó su «enorme capacidad, vinculación a la cultura y a los saberes comunitarios».

Durante la tarde, el ministro encabezó la «Jornada sobre Agricultura Familiar en la Argentina» que se realizó en la sede de la embajada de nuestro país en la capital italiana, con la presencia del embajador argentino, Torcuato Di Tella; académicos, investigadores, representantes parlamentarios, diplomáticos y representantes de Cuba, Ecuador, República Dominicana, Venezuela y países africanos.

En ese marco, se hizo una degustación de comidas tradicionales de la agricultura familiar (chipa, empanadas, entre otras) y una selección de vinos de producción nacional.

En los diversos encuentros que se realizaron ayer estuvieron presentes también el presidente, vicepresidente y director nacional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Francisco Anglesio, José Alberto Catalano y Eliseo Monti, respectivamente; y el titular de la Unidad para el Cambio Rural (UCAR), Jorge Neme.

Agricultura familiar en la Argentina

La agricultura familiar es un pilar fundamental para el desarrollo de las economías regionales, debido a que este sector colabora en la conservación de las especies y los recursos naturales, genera empleos productivos y motoriza el crecimiento local. Además de sostener el arraigo, son vehículo de transmisión de las culturas y los saberes populares.

Actualmente, los agricultores y agricultoras familiares cuentan con el ámbito de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación, creada para la defensa y ampliación de sus derechos. A través de este espacio, se llevan adelante políticas públicas para la vinculación con asociaciones campesinas y de pequeños productores con el fin de impulsar las cooperativas, la infraestructura esencial para la agricultura, la innovación tecnológica, el intercambio y la transferencia de conocimientos, pensados para una escala y una producción específicos.

Además, se facilita el ingreso de las unidades a la economía formal, se impulsa la recomposición productiva y la generación de valor agregado, acortando las distancias entre el productor familiar y el consumidor con ferias francas y de agricultura familiar, precios menores y productos más frescos. Genera empleo genuino y son actores estratégicos en la producción diversificada de alimentos frescos para el mercado interno.

29 de octubre de 2014

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