En el marco del Operativo Cosecha Gruesa 2014, la Administración Federal de Ingresos Públicos interdictó 4.700 toneladas de granos en rutas, plantas de acopio y puertos. La información surge del trabajo conjunto de las tres áreas operativas del organismo: la Dirección General Impositiva (DGI), la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (Dgrss) y la Dirección General de Aduanas (DGA).
Entre los granos interdictados se encuentran 1.881 toneladas de soja, 1.229 de maíz, 712 de sorgo, 406 de poroto, 354 de trigo, 85 de alpiste y 28 de garbanzos, entre otros. A su vez, un 38% corresponde al litoral del país, un 26% a Mendoza, un 18% a Buenos Aires y el resto a zonas fronterizas.
En Bernardo de Irigoyen, provincia de Misiones, se interdictaron 510 toneladas de mercadería (28 toneladas de garbanzos, 85 toneladas de alpiste y 397 toneladas de poroto negro), valuadas en $3.273.000, que eran transportadas hacia Brasil por 18 camiones de la firma exportadora Garavi Import & Export. Lo llamativo del caso es que esta empresa había declarado exportaciones por casi u$s1,5 millón durante el año 2013 pero no había liquidado divisas a través del Banco Central, como lo obliga la norma vigente. La AFIP suspendió provisoriamente la CUIT a esta firma y al despachante de Aduanas.
Además, el organismo denunció a la compañía por el posible contrabando documentado de exportación, evasión impositiva y presunto lavado de dinero. La denuncia fue radicada en la Fiscalía Federal de Eldorado (Misiones).
A través de la Aduana, se cursó una notificación a la Aduana de Brasil mediante la red RILO, para que envíe información de las operaciones de importación del exportador durante el año pasado. Por esta maniobra, también la AFIP notificó al Banco Central por la falta de liquidación de divisas en 2013.
RILO enlaza el trabajo de las aduanas del mundo y permite el intercambio de información a través de oficinas regionales presentes en todos los continentes. De este sistema de fiscalización participa la Argentina.
La maniobra se desbarató gracias al trabajo integrado de las tres áreas operativas de la AFIP, que permite analizar la consistencia de la información que brindan los operadores comerciales granarios mediante los regímenes de información. Esto facilitan el seguimiento de la trazabilidad de los granos desde el productor al destino, sea un puerto, una planta de procesamiento o acopio, conociendo de antemano la capacidad económica de quienes intervienen en la operatoria comercial e acuerdo a lo establecido en la RG 2300 (AFIP).
El control presencial de los agentes en las rutas, en lugares estratégicos que contempla el entramado de caminos que convergen en los puertos, permite fiscalizar en tiempo real el respaldo documental de la mercadería en tránsito y la correcta registración de los empleados que desarrollan estas tareas. Para ello, la AFIP dispuso a más de 500 agentes en todo el país, dispuestos tanto en Zona Primaria (puertos – Aduana) como en Zona Secundaria (campos, rutas, balanzas y acopios – DGI y Seguridad Social).
Las inconsistencias detectadas en la documentación respaldatoria, como por ejemplo en las Cartas de Porte, hacen presumir el dudoso origen de las mercaderías transportadas y por ello se las interdicta. En estos casos, se decide un depositario legal para la conservación y guarda de los bienes.
Es decir, esta modalidad de control llevada a cabo en el operativo apunta a detectar la salida de cereal marginal desde su lugar de producción, considerando que es el primer eslabón en la cadena de comercialización del grano.
En resumen, los controles que se llevan adelante consisten en verificar la correcta registración de los empleados, que la producción granaria se traslade con los respectivos documentos oficiales y se comercialice conforme la ley vigente, y que los exportadores cumplan con la correcta liquidación de las divisas, abonando los derechos correspondientes.
FUENTE: Prensa AFIP
15 de abril de 2014
Espero que estos controles duren, ademas deberían haber sido normales siempre. Si un obrero tiene que ganar lo que dice su convenio de trabajo y no tiene posibilidad de hacer trampas, es razonable que los poderosos sean medidos con la misma vara. Si no les agrada tienen la posibilidad de vender sus campos que valen oro y dejar que lo trabajen otros que sean un poco mas decentes. Es hora que se termine con «la chancha y los 20» como decian antes.
Los de la afip no vieron los viajes de dinero que se llevaron los K ???
Muy buen trabajo, todos debemos pagar lo que corresponde y si mas tenes , da el ejemplo y dejen de llorar la gente del campo que no son los obreros que ganas o les pagan 2 pesos si no los dueños de grandes extensiones de tierra. bien por la AFIP