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Lecheria

15/01/2013

Un tambo con comida gourmet

El ajustado manejo del alimento en el “drylot” y dos dietas bien diferenciadas para vacas de punta, que también consumen las terneras de recría y cola, más el uso de grasa y proteínas pasantes son la base del tambo de alta producción de La Angela.

EL TAMBO La Ángela es propiedad de 3 hermanos e ingresó hace varios años en la modalidad de confinamiento, pero a la vez trabaja con un ajustado manejo nutricional de las vacas que les permite ir superando anualmente su producción.
“La idea de confinar nos la dio el nutricionista que siempre nos insistía con el encierre, porque necesitaba medir lo que consumía cada vaca y esa era la única manera de hacerlo bien, cosa que no sucede con la alimentación a pasto. Sirviéndole la comida en los corrales se puede medir lo que se le entrega a los animales y pesando lo que sobra se sabe bien lo que comen y sobre esa base él podía calcular la dieta con exactitud”, dijo Ricardo Alegre, uno de los hermanos propietarios del tambo La Ángela.

Así, los Alegre construyeron un dry lot de 170 mts. x 50 mts. de ancho, con una calle central de 12 mts., techado, por donde 3 veces por día, luego del ordeño, las vacas pasan a comer una ración especialmente diseñada para la exigencias de cada uno de los rodeos, al tiempo que aprovechan la sombra del tinglado, especialmente en verano.

“Construimos una calle de comida porque antes, los días de lluvia, se nos complicaba bastante alimentar los animales con regularidad. Con la calle, en días de lluvia, las vacas pueden comer normalmente. Cuando teníamos ’piletas’ (comederos en los corrales), a las vacas le dábamos 8 mixers por día. Y cuando tuvimos la calle, con 7 mixers fue suficiente”, recordó Alegre, con un ejemplo práctico no menor.

Tomando como base que cada descarga de mixer equivale a unos 3.900 kilos promedio, la eficiencia en la distribución de la comida significó un ahorro de casi 4 toneladas diarias de ración.

La producción del alimento tiene una base propia en el maíz para silo que se cultiva en el propio campo y el resto de los componentes de la ración se compran. Para el picado de maíz y confección del silo, de tipo puente de unos 20 m de ancho, contratan un servicio externo. El último cultivo de maíz para silo realizado en la campaña 2011/2012 rindió 35.000 kg/ha. “Tratamos que el silo dure todo el año y nos sobre por lo menos medio más”, acota Alegre.

Pero el silo es tan solo una parte de la dieta de las vacas de La Ángela, tambo que -a diferencia de otros en confinamiento que llegan a tener 6 dietas distintas- maneja  un esquema bastante práctico con dos “menúes” bien definidos. Uno para las vacas de punta, pensado para una producción promedio de 38 litros, y otro para la cola de parición, para 20 litros diarios. Otra de las novedades del esquema es que a las terneras de recría, luego de los 45 días de guachera en estaca, se les da la misma ración de las vacas de punta.

Siga leyendo la nota en Super CAMPO de enero.

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