Las autoridades paraguayas promueven, desde hace algunos años, el cultivo de sésamo entre los agricultores familiares, con la intención de aumentar en ese país el área destinada a su cultivo. Si bien esta tarea no es fácil, debido a que la tierra es un bien inelástico por excelencia, sí se estaría intentando volver al rendimiento alcanzado en la zafra 2000/01, publicó El Cronista.
Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay, el mejor año para el sésamo ha sido el de la zafra 2000/01, en el que el rinde por hectárea alcanzó los 1.209 kilos. Pero, desde ese año, fue disminuyendo de manera meteórica, hasta llegar a los magros 435kg/ha en la última cosecha.
En el mercado hindú, el precio de esta semilla a abril de 2014 es de alrededor de u$s1.500/ton. El pico reciente se ubica en febrero de 2013, con cerca de u$s2.800/ton. Y ambos valores son claramente superiores al precio por tonelada de soja, que ronda los u$s560.
Los especialistas paraguayos señalan que, a precios actuales del sésamo y con un rinde de 1.209kg/ha -es decir, si se logra el rendimiento de la zafra 2000/01-, el valor al que se llegaría por hectárea sería de u$s1.813,5, muy por encima de los u$s652 que se obtienen hoy.
Por otra parte, si se compara el rendimiento monetario por hectárea de sésamo y soja, el primero se ubicaría por encima del segundo en u$s358, de acuerdo al precio corriente y al rendimiento por hectárea de la soja en el país vecino, según la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Por qué los paraguayos no se vuelcan al sésamo
El especialista paraguayo Rodolfo Aguilera explicó que el escaso rendimiento actual del sésamo está relacionado con la cantidad importante de nutrientes que extrae del suelo, situación que se repite en todas las oleaginosas. Dado que el productor no fertiliza el lote, cultivar sésamo lo empobrece.
«El Estado, a través de las empresas exportadoras, promueve una mayor producción, pero no provee al productor de los recursos necesarios para adquirir fertilizantes, que son necesarios para que el cultivo aumente y mantenga un mayor nivel de productividad. Es como si fuera que se tiene una vaca Holando, que debería producir 40 litros de leche por día, pero no se le da de comer, por lo que apenas produce de 5 a 6 litros. Es política del Estado nada más. Las instituciones que deben tomar las decisiones probablemente desconocen estas condiciones«, señaló Aguilera.
29 de abril de 2014
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