La arañuela es una plaga que prefiere las altas temperaturas, la baja humedad ambiental y los vientos que facilitan su dispersión. En condiciones de sequía genera en la planta de soja un efecto similar al de un lanzallamas. Esto significa folículos totalmente «amarronados», un cuadro virtualmente irreversible.
Esta plaga comienza en pequeños rodeos, que se observan globalmente por una coloración más pálida o clara en su inicio. Se suele atribuir esta situación a un déficit hídrico, y como no se trata, en principio, de un problema general, suele restársele importancia. Pero si el calor persiste y no hay buenas lluvias, el crecimiento de la arañuela es exponencial, tanto como el deterioro del cultivo, que puede verse severamente afectado.
Para los técnicos del INTA, no es necesario ser exageradamente meticulosos en los conteos del monitoreo debido a que no hay nivel de daño económico (NDE) para arañuela roja en soja. No obstante, recomiendan algunos recursos prácticos para la toma de decisión:
– Si se observan colonias de arañuelas en el tercio medio de la planta y/o se detecta la formación de tela en sus folíolos, o se descubrieron síntomas iniciales de amarronamiento en el tercio inferior, es importante la inmediata adopción de una alternativa eficiente al control de esta plaga.
– La presencia generalizada de arañuelas en el tercio medio o en el superior de las plantas de soja indica que el lote está «pasado» respecto de la oportunidad adecuada para un tratamiento químico que evite el impacto económico de la plaga.
– La situación es más grave si el amarronamiento ya ocupa las hojas del tercio medio del cultivo de manera generalizada.
– Si se descubren muchos huevos de arañuelas -que son perlados e individuales y aparecen en cierta abundancia- es recomendable esperar unos días para aplicar algún químico, con el fin de atacar la plaga en una fecha más cercana a su nacimiento.
– Lo aconsejable es la utilización de un buen tensioactivo con agregado de aceite, tanto en aplicaciones aéreas como en terrestres. Además de minimizar la evaporación del caldo de aplicación, el agregado de aceite ayuda a lograr mayor eficiencia en el control de las arañuelas.
– Respecto al producto a utilizar, uno de los más eficientes y con mayor residualidad a la dosis de marbete es el activo insecticida y acaricida Abamectina. Se puede encontrar en concentraciones del 1,8% (200 cc/ha) y del 3,6% (100 cc/ha).
– Otros activos que también han sido implementados son Clorpirifós y Dimetoato, generalmente en dosis de 600 cc/ha. Se trata de alternativas insecticidas con buena acción sobre las arañuelas, pero con limitado poder residual (7 a 10 días por debajo del Abamectina). En el caso de los cultivos muy parados por la seca es recomendable descartar el uso de un sistémico como el Dimetoato.
– La aplicación de mezclas es aconsejada ante la presencia conjunta de arañuelas y otras plagas artrópodas. Evitar en estos casos el agregado de un piretroide como cipermetrina es fundamental, debido a que genera sobre las arañuelas un efecto adverso al buscado.
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