Según el índice Ag Barometer, la confianza de los productores en enero 2020 cayó un 51% respecto a enero 2019 y es el más bajo desde que comenzó a medirse en 2018. El Ag Barometer es elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral (CEAg). El mismo proporciona cada dos meses las medidas nacionales sobre las percepciones del sector agropecuario en la Argentina que muestran la evolución de su confianza a lo largo del año.

El relevamiento recoge las respuestas de encuestas a 400 productores, cuyo valor bruto de producción es igual o mayor a u$s 200.000 dólares y es realizada por Map of Agriculture.

“En la primera lectura posterior al cambio de gobierno, y ya con las medidas en marcha, vemos en enero 2020 una caída todavía mayor en la confianza de los productores. Como parte de este proceso, los productores adelantaron la comercialización de trigo, maíz y soja de la campaña 2019/20, según lo reflejan las estadísticas oficiales de compras, ventas y embarques”, afirma el informe.

Y agrega: “El pesimismo además es alimentado por el incremento en la presión impositiva. Tal es el caso de la provincia de Buenos Aires y otras provincias donde la suba de los impuestos inmobiliarios rurales en muchos casos ha superado a la inflación, incrementando los costos fijos de los productores, sin tener en cuenta las condiciones de rentabilidad de sus explotaciones”.

A pesar de condiciones climáticas favorables con buenos rendimientos, los productores esperan tener peores resultados. Normalmente el clima y la expectativa de rendimientos en el mes de enero, que es clave para la producción de maíz y soja, se traslada en una expectativa optimista. “Sin embargo, en esta medición vemos que a pesar de que casi el 80% de los encuestados ve condiciones climáticas favorables o en línea con el promedio, y que de hecho un 77% de los encuestados estima tener rindes iguales o mejores frente a un año promedio, la expectativa de rentabilidad es, en un 62% de los casos, peor que la del año anterior”.

Según Carlos Steiger, Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad  Austral, “la producción de granos será similar a la del año pasado, quizás un poco menor. Los precios internacionales en general, salvo el trigo que tuvo un aumento importante del 30% desde diciembre hasta hoy y se ha vendido prácticamente todo. En el caso del maíz hubo una suba de los precios en dólares pero vinieron las retenciones y a partir de ahí los números se reducen. Lamentablemente hasta que no tengamos una moneda estable que sirva para el ahorro, los números dan muy mal. Cuando hace los cálculos de a cuánto tendrá que comprar los insumos, no está claro si será con un dólar de de 63 pesos o más alto. Como combo, hace que lo que le queda en moneda constante sea negativo”.

Con respecto al futuro, Steiger señaló que “los mercados internacionales, sobre todo soja y maíz, a nivel internacional los precios están bastante estabilizados. Todavía no surtió efecto acuerdo fase uno entre Estados Unidos y China. Se estima una cosecha de soja récord de Brasil y una muy buena en Argentina, por lo tanto no se espera una mejora en el precio del mercado de Chicago. Si bien el maíz ha subido desde diciembre, no hay expectativas de una recuperación de precios”.

En cuanto a la situación interna, el director del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral dijo que “existe la amenza de aumentar 3% las retenciones en un contexto no muy amigable para el campo. No se esperan más medidas en el corto y mediano plazo, está la amenaza de intervención en el mercado de trigo para abastecer la demanda interna. En soja se han negociado entre 15 y 16 millones de toneladas, pero todavía quedan muchas más. Cuando haya que salir a vender en cosecha quizás se genere una presión hacia la baja de precios, sumado a que si hay más necesidad fiscal pueden aumentar las retenciones”.