La UCA de Puerto Madero reunió desde temprano a la cadena del girasol en el 7ª Congreso Argentino de Girasol. En la apertura, el presidente de ASAGIR, Juan Martín Salas Oyarzun, recordó que la reinstalación temporal de las retenciones y la quita de reintegros a la exportación restan previsibilidad al complejo negocio del girasol. Sin embargo, destacó que toda la cadena del cultivo ha respondido favorablemente a estos condicionantes y ha aumentado el área sembrada y la producción, con casi 4 millones de toneladas cosechadas durante la última campaña. “Creemos que el contexto internacional marca una tendencia alentadora y la cadena de girasol no podía dejar de pasar esta oportunidad”, afirmó el titular de la entidad durante su discurso de apertura.
Lo cierto es que “cada año la cadena de valor del cultivo invierte más de 700 millones de dólares, pero esa cifra sigue siendo insuficiente. Si queremos dinamizar la industria necesitamos más inversiones y más jugadores. Necesitamos nuevas ideas para enfrentar viejos y nuevos problemas, pero también de la decisión y voluntad para poder llevarlas adelante”, consideró Salas Oyarzun, quien también reclamó por la aprobación de la Ley de Semillas.
El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea fue el tema que dominó las primeras horas del encuentro. Allí, el secretario de Agroindustria, Luis Etchevehere, aseguró que el convenio firmado recientemente con el bloque económico “va a impactar de forma directa en el girasol en términos productivos y todo lo que gira alrededor, con más industria y más inversiones”.
“En el acuerdo se negociaron 10.000 posiciones arancelarias y 1.800 de ellas están relacionadas con la agroindustria. Eso significa que el 80% de nuestros productos agroindustriales van a entrar con arancel cero a Europa y los restantes con algún tipo de cuota de ingreso”, comentó esperanzado el funcionario del gobierno nacional.
Etchevehere señaló que sin duda el convenio firmado con el bloque europeo va a impactar también en la producción de girasol y toda la cadena que gira a su alrededor. “Va a potenciar la industria y las inversiones. Sabemos que van a llegar muchas empresas para producir en nuestro suelo no solamente para el mercado europeo, que tiene el triple de poder adquisitivo del Mercosur, sino también para terceros países”, agregó.
A su vez, el funcionario resaltó que este paso tan importante no es el único, y desde el Gobierno seguirán buscando nuevas alternativas en el comercio mundial para los productos agroindustriales argentinos. “Estamos negociando tratados de libre comercio también con Canadá, con Singapur y con los países de Europa que no forman parte del bloque económico”, señaló.
El secretario admitió que la reinstalación de las retenciones el año pasado es un paso atrás, pero sugirió que la medida podría reverse en un futuro próximo. “Para nuestro gobierno los derechos de exportación no significan una herramienta de política económica, pero tuvimos la necesidad de ponerlos y tienen fecha de vencimiento en diciembre del año que viene”, concluyó.
Homenaje a Feoli.
El presidente de CIARA-CEC se refirió a las oportunidades que se abren en el viejo continente luego del acuerdo firmado entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. También analizó cómo se encuentra parada la Argentina en el actual escenario global. “Vamos a tener un trato preferencial en Europa, cuando antes debíamos ir a la cola. Entramos en un grupo selecto de países. Por eso debemos cuidar que no salga ni un solo barco de maíz o girasol con residuos de Diclorvós. El que pierde no es solo el exportador, sino el país en reputación y credibilidad”, puntualizó Idígoras acerca del insecticida que el año pasado fue prohibido por el Senasa y cuya ausencia es una condición indispensable para ingresar a Europa. “La revisión del máximo de residuos es el tema de moda y todos los compradores van a la baja en el límite permitido. Debemos tomar con mucha seriedad ese tema. La cadena de girasol viene un poco retrasada respecto a otros sectores agroindustriales”, consideró.
Al realizar un análisis del contexto internacional, Idígoras puntualizó que la Argentina tiene un 7% del total de las exportaciones de aceite de girasol, en un mercado donde los mayores compradores son la India, China, Turquía e Irán. “India es el principal consumidor mundial con un 25% de la demanda mundial, pero impone un 45% de derecho de importación al aceite. Los indios hoy están pagando el aceite más caro del mundo, es una decisión de ellos. Lo importante es que la Argentina pueda alcanzar un acceso preferencial”, detalló.
En ese sentido, el límite máximo de residuos de insecticidas también está siendo revisado en la India. “Tenemos riesgos comunes con la India, por eso este año firmamos un acuerdo con las cámaras aceiteras para trabajar en conjunto en estos temas que nos preocupan”, comentó.
En cuanto a China, el especialista dijo que “no estamos presentes por el momento”, debido a la revisión que está haciendo el país asiático sobre del límite máximo de residuos. Mientras que en Irán no hay una relación diplomática que permita avanzar en alguna negociación comercial, como sí la hay en Turquía, Argelia y Sudáfrica.
Para Latinoamérica, Idígoras explicó que el principal desafío es alcanzar con México un acuerdo similar al logrado con la Unión Europea. “Es difícil negociar con ellos, son incluso más duros que los europeos. Pero sería muy importante lograrlo, ya que el aceite de girasol es un producto muy relevante en ese país”.
Al respecto, Idígoras resaltó que la Argentina haya logrado una modificación del estándar en el Código Alimentario Internacional para que el girasol del NOA pueda comercializarse como aceite. “En Europa, el nivel de oleico del girasol es muy inferior al NEA y por eso no podía comercializarse como aceite. Tras insistir durante una década, este año nos entregaron la modificación del estándar pasando del 39,4 al 43%. Estamos haciendo los estudios técnicos necesarios, en consenso con la Secretaría de Agroindustria de la Nación”.
Fuente: ASAGIR
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