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Floricultura

15/04/2019

Cuidados otoñales en la huerta

Arranca el otoño y las huertas deben renovarse. Hay que evitar que el cambio de clima ataque el ecosistema de quintas en patios, terrazas y jardines.
Se recomienda, al igual que en el verano, practicar una cobertura de paja menos densa para que el sol caliente más el suelo sin exponerlo.

El verano está llegando a su fin. Las temperaturas comienzan a moderarse y la humedad ambiente comienza a elevarse. Sin embargo, el factor más crítico para las plantas en la huerta familiar es la disminución de las horas de luz provocado por el acortamiento de los días.

Estos cambios en el ambiente, nos invitan a realizar prácticas de manejo que permitan neutralizar estos inconvenientes en las huertas y propiciar a nuestras hortalizas el mejor ambiente de cultivo.

QUÉ HACER. La primera pregunta que surge en esta época es: ¿qué hacer con las hortalizas de fruto de primavera que aún están en nuestra huerta? ¿presentarán un buen estado sanitario? y si el otoño se presenta benigno, ¿se podrá seguir cosechando frutos durante la nueva estación? Los tomates, pimientos y berenjenas se comportan como hortalizas perennes, en bajas latitudes, donde no existen los cambios antes señalados.

La decisión de dejarlos un tiempo más en el cantero debe estar acompañada de una evaluación del estado sanitario general y una importante poda de las partes enfermas. Además, debe estar acompañada de una rigurosa observación de la presencia de plagas y enfermedades de fin de ciclo como las chinches, arañuelas o gorgojos.

En este sentido, a tener en cuenta para eliminar los estados de pupa -o de quietud- de estos insectos, una buena práctica de saneamiento es la remoción de las coberturas de suelo: la eliminación del mulch del verano. Retirar el mulch con un rastrillo para sacar también la parte superficial del suelo como hábitat de muchas pupas. Luego de la incorporación de una dosis de compost muy bien aplicado, y con herramientas de corte vertical, se podrá airear y fortalecer el crecimiento de la última etapa de fructificación. Al igual que en el verano, practicar una cobertura de paja menos densa para que el sol caliente más nuestro suelo sin exponerlo totalmente.

Incluso deberíamos tomar la decisión de dejar sólo las mejores plantas entresacando, las más pequeñas bajando la densidad del cultivo para intercalar aromáticas como tomillo o estragón bajas que ayudarán a repeler las plagas del fin de verano.

SELECCIÓN Y SIEMBRA. En el momento de elegir las mejores plantas para que nos proveen de semillas adaptadas a nuestras condiciones de cultivo y realizar la tarea del mejorador, habrá que favorecer la presión de selección y elegir las más adaptadas: que son aquellas que no se enfermaron y presentaron su mejor sabor.

Es el tiempo ideal para sembrar ajos. Será nuestro aliado. No sólo porque tiene la misión de cumplir con el rol de una planta aromática en el conjunto del diseño de la huerta agroecológica, sino también por su rol como insumo en la elaboración de extractos preventivos y curativos tanto para algunas plagas como para varias enfermedades frecuentes en el cultivo.

La ocupación del terreno por especies de hortalizas de verano, no es un inconveniente en las huertas pequeñas. Sólo necesitamos contar un cantero para la producción de plantines de otoño invierno como: lechugas, cebollas, remolachas, zanahoria, acelga de invierno, puerros, repollos de día corto, rabanitos, rúcula, coliflor, brócoli y perejil. Podemos forzar, adelantar o acortar el ciclo de plantines con túneles bajos teniendo el cuidado de manejar su ventilación diaria (en general, se recomienda todas las mañanas) para evitar que la condensación aumenta las posibilidades de infección de enfermedades .

MANEJO Y COMPOST. Podemos producir plantines en el suelo si a éste lo acondicionamos mezclándolo con compost en partes iguales y lo disponemos en camellón elevado. El compost deberá estar bien hecho. El laboreo tendrá que lograr una granulometría adecuada al tamaño de la semillas y, si lo logramos, la extracción de los plantines se realiza sin romper raíces.

Por lo general, el secreto para lograr un buen plantín está en el sustrato capaz de retener humedad y brindarle aireación a la raíz. Ésto se logra con un alto porcentaje de materia orgánica.

Hay que tener en cuenta que estas hojas son la base para hacer compost, por lo que también ahorrarás un dinero al recogerlas. Si el jardín es pequeño, un rastrillo será suficiente, pero conviene considerar la existencia de los sopladores de hojas, que aligeran de manera espectacular su recogida.

Si se realiza en bandejas, la forma y volumen del contenedor interfiere en la aireación. Será necesario propiciarle a la semilla un ambiente aireado con estructura mullida que asegure un 85% de porosidad, sobre todo, cuando el contenedor es pequeño. Por otra parte, conviene agregarle a la mezcla sustratos con buena granulometría y porosidad como la turba la perlita y el compost.

LUZ. La ventaja de producir plantines a fines de verano son las temperaturas moderadas. Debemos considerar que el crecimiento de las especies hortícolas se detiene por debajo de 12° C, por encima de 35° C, y tiene un desarrollo óptimo a los 25° C (temperaturas frecuentes en esta época). Será necesario mantenerla tanto en el ambiente como en el sustrato, para promover un rápido desarrollo que haga a los plantines más resistentes al ataque de los patógenos.

Por otra parte, el control ambiental con medias sombras de bajo porcentaje de sombreado para bajar temperatura y polietileno para elevarla cuando se aleja del óptimo determinará plantines balanceados con una relación de tamaño de la raíz y la parte aérea semejante, que asegurará su supervivencia a la hora del trasplante.

Por Mónica Filippi (INTA Chivilcoy) para Super CAMPO.

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