Para la nueva campaña, proyecta una caída de 3,4 millones de toneladas, principalmente porque los volúmenes a cosechar en los principales productores, Estados Unidos, Brasil y Argentina, caerían o se mantendrían estables. Sin embargo, las caídas son por menores rendimientos ya que el área aumentaría en los tres países, por lo tanto, si los rendimientos fueran los mismos que los de la campaña 2016/17, los niveles de producción serían más elevados.
En este contexto, la campaña 2017/18 arrancaría con un nivel de stocks en el orden de las 90 millones de toneladas, un valor totalmente inédito. Si bien se espera que el consumo se incremente, los stocks abultados generan una calma en la provisión de la oleaginosa.
Fuente: Bolsa de Cereales de Córdoba
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