Supercampo

Twitter

Facebook

G Plus

Suscribite

Ganadería

26/05/2012

Cómo armar un rodeo puro

Cuáles son los principales aspectos a tener en cuenta cuando se decide armar un controlado de Aberdeen Angus. Las ventajas de elegir animales de estas características.
Fotos: Alfredo Nardini.

En 1950 la baja cantidad de toros de la raza Aberdeen Angus llevó a que la Asociación Argentina de la raza buscara una forma alternativa de ampliar el espectro de animales de calidad, superiores a aquellos de los rodeos generales, ya que no era posible hacerlo  solamente con animales de pedigrí. Así, la Asociación Argentina de Angus desarrolló la  idea de fomentar que los productores no críen solo Angus puros de pedigrí, agregando un registro de madres que con toros de pedigrí producían puros por cruza aptos para ser usados sobre rodeos de la raza o como cruzantes sobre otras razas, con la ventaja de su dominancia, por lo que se logró vigor híbrido con precocidad y rusticidad.

De esta manera nació el puro por cruza, del que luego derivó el puro controlado.  Inicialmente, se cruzaban hembras Angus seleccionadas de rodeos generales con machos de pedigrí, para lograr una hembra cuyos hijos pudieran considerarse
puros por cruza. Luego, para mejorar aún más el sistema, se agregó una etapa en el cruzamiento.

Además, para que el animal fuera un puro controlado, debía ser inspeccionado por la Asociación Argentina de Angus.

Pasos. Según explicó el Médico Veterinario Eduardo Pampillo, inspector de la Asociación Argentina de Angus, los pasos para obtener un puro controlado se inician con la selección de una vaca de un rodeo general, la cual pasa a ser vaca madre seleccionada y se la marca con una “MS”. Esa madre, a través del uso de semen o de toros de pedigrí, pasa a producir una hembra que se llama madre base, que se marca con una “C”, mientras que sus hijos machos no tienen ninguna importancia en la selección y siguen siendo animales del rodeo general.

Cuando esa madre base pare, con uso de toros o semen de pedigrí, sus hijas pasan a
ser hembras puro controladas, mientras que sus hijos no son aptos para selección. A partir de estas hijas puro controladas, los hijos ya pasan a ser puro controlados, o sea,
controlables tanto los machos como las hembras.

Cómo se selecciona. Pampillo destaca: “El ojo del productor es muy avezado, sabe lo  que es calidad y conformación”, aunque para elegir a las mejores madres seleccionadas hay que tener en cuenta las sutilezas del estándar de la raza que sustenta la Asociación, como pueden ser las diferentes pigmentaciones en el Angus Colorado, donde se busca un colorado uniforme, “una tonalidad normal.

El problema son los colores más claros o que invocan la no pureza racial” explicó el
inspector de la raza. Después es importante observar la presencia o no de espejuelos en
la cabeza, que pueden significar una conformación de base osea para los cuernos, por lo
que esos animales deben ser descartados. “En Aberdeen Angus hay que recordar que
la cabeza debidamente pelada tiene que resaltar las orejas y el poll (parte superior de la
cabeza) sin protuberancias que denoten base osea, lo cual significaría la existencia de la
base de un cuerno”, remarcó el especialista.

Manchas. Otro factor importante son las manchas, el pelo debe ser color negro o colorado lo más parejo posible, con la posibilidad de que aparezca el blanco en la zona de los testículos o las ubres, siempre que no toque el prepucio o el ombligo, ya que es determinante de rechazo. En este punto hay que estar muy atentos a la posibilidad de que se manifieste la presencia de overismo, “que lamentablemente ingresó en la raza y se expresa en diferentes formas”.

Los genes de los animales overos son dominantes y se pueden expresar de diversas
formas, por ejemplo en pechos blanco caretas. “Cuando aparece hay que descartarlos”,
afirmó Pampillo y agregó que “hay lineas determinadas de pedigrí que lo trajeron. Cuando aparecen rastros de overo se identifica un antepasado común. Son animales que
se usaron porque producían bien. A veces nos toca a los inspectores decirles que descarten porque los genes del overo se van a ir manifestando todo el tiempo, las características se esconden. A veces son buenos animales, pero hay detalles
que determinan que hay genes de overo, en ese caso conviene meterles un toro Hereford y aprovechar el vigor híbrido en lugar de buscar que sean puros controlados”, recomendó.

Preñadas. Cuando se compran vaquillonas preñadas puro controlado que ya están listas para producir macho o hembra, a los 18 meses de nacidos los hijos se inspeccionan
los terneros, se ven sus características y a los que se consideran aptos se les pone
la marca de la Asociación, que va bien visible en la grupa del lado del lazo.

Generalmente las cabañas ya previamente hacen un repaso o selección previa, “debido
a que la Asociación permite que se presenten un máximo de 40% de machos y un 40%
de hembras, sobre el 100% de animales, calculando que en ese 10% de cada sexo se hayan sacado los animales malos o no deseables”.

Si bien los animales pueden presentarse a partir de los doce meses, lo ideal es entre los quince a treinta, porque las características están mejor expresadas, “cuanto más dejamos conformar al animal, sobre todo en las hembras, mejor. Lo ideal es que la  hembra esté preñada, tactada, sin que haya dudas y en un estado de presentación bueno. En los toros la metodología cambió mucho, a pesar de que pueden ser presentados a  campo, hoy en su mayoría cuentan con instalaciones de feedlot que permiten una presentación esmerada”, agregó Pampillo.

Siempre conviene que estén en buenas condiciones de presentación, aunque cuando
vienen sequías como la actual, los inspectores son un poco más elásticos, teniendo
en cuenta que las condiciones corporales del animal pueden no ser las mejores aunque la
genética sea muy buena.

Ventajas. El puro controlado presenta varias ventajas frente a un rodeo común,  principalmente porque la obtención de este tipo de animales no tiene un costo demasiado superior (solamente el toro o el semen de pedigrí) y el trabajo es similar, mientras que la vaquillona que se produce tiene un valor que puede estar entre un 30 a 40% más que una de rodeo general. Por otro lado, el macho puede venderse como toro reproductor controlado, que actualmente vale el equivalente a mil kilos de carne de novillo en condiciones de campo natural.

(*) Técnico en producción agropecuaria. Publicada en la edición Nro. 210. Marzo de 2012.

Archivado en:

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *