Los desechos orgánicos pueden convertirse en compost, pero éste tiene diferentes estadios de maduración. El compost fresco suele estar listo después de tres o cuatro meses. Si bien está bastante descompuesto, suele tener algunas partes más gruesas. Sirve como mantillo y para mejorar el suelo del jardín o la huerta.
En tanto, el compost más maduro, también llamado humus, suele estar listo en entre cuatro a seis meses.
Sin embargo, es importante no almacenar compost por más de un año, ya que se van perdiendo los elementos más beneficiosos: las sustancias orgánicas.
Más allá del tiempo transcurrido, hay otro indicador para saber si la mezcla está lista: el olor. Un buen compost no debería oler mal, sino a tierra húmeda del bosque, y estar conformado por migas más bien pequeñas.
También puede leer: Cómo armar una abonera en casa o Compostaje casero paso a paso.
FUENTE: dpa
Twitter
Facebook
G Plus