Las lluvias registradas en gran parte del área sojera dejaron el 86% de la superficie sembrada sin poder ser cosechada y con granos podridos, según indicó un relevamiento difundido ayer por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba).
«Las condiciones climáticas agudizaron el ataque de hongos y de otros microorganismos que no causan enfermedades pero que aprovechan para desarrollarse sobre el material en descomposición» por la humedad en demasía en los campos, refirió un informe elaborado por Pablo Roset y otros especialistas.
Por ello, los investigadores admiten que el impacto que tendrán las enfermedades sobre los cultivos plantea un estado de gravedad sanitario en las semillas de soja que podrían ser empleadas en la próxima campaña oleaginosa.
Las lluvias y tormentas registradas en abril dejaron suelos anegados o saturados de agua, provocando pérdidas de cultivos y un importante retraso en la cosecha sojera: de los 20,7 millones de hectáreas sembradas durante el ciclo 2015/16 apenas se cosechó el 14%, cifra que representa un 33% menos que en el mismo período del año pasado.
Según el informe de la Fauba, «la situación es más grave aun en ciertas zonas de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y sudeste de Buenos Aires, donde las napas están más cerca de la superficie».
Según Marcelo Carmona, especialista en Fitopatología, «las condiciones meteorológicas agudizaron el ataque de hongos y de otros microorganismos que no causan enfermedades, pero que aprovechan para desarrollarse sobre el material en descomposición. Hoy hay muchísimos lotes sin cosechar que, literalmente, están podridos«.
De acuerdo a informes de la Bolsa de Comercio de Rosario, el área núcleo agrícola ofrecería una pérdida de 2 millones de toneladas por la afectación de inundaciones de lotes sojeros en Noetinger, Bellville, Idiazabal, Monte Buey y Canals en Córdoba; y en Carlos Pellegrini, Irigoyen, Montes de Oca, Classon, Pujato, Álvarez, Santa Teresa, Bignad, Godeken, Chovet, Guatimozin, Maggiolo, María Teresa y Rufino, en Santa Fe.
En la provincia de Buenos Aires, según la bolsa rosarina, también se verían afectados por las últimas lluvias campos de Pergamino, Baradero, Labordeboy, Rojas, Junín, Chacabuco, General Pinto, Lincoln y General Villegas.
En tanto, en informes de la Sociedad Rural Argentina se estima la pérdida de 4 millones de toneladas de soja ante la inundación de campos en el Litoral y las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, cifra que alcanzaría a unos u$s1.300 millones en granos que no pudieron ser levantados y se malograron, pudriéndose colgados de las plantas o en el suelo por el exceso de humedad.
Santa Fe
El Ministerio de la Producción y la Bolsa de Comercio de Santa Fe calificaron ayer como «muy preocupante» el escenario que ofrece la situación agrícola y pecuaria en campos del centro y norte de esta provincia, por la pérdida de la mitad de la cosecha de soja de primera.
«La casi totalidad de los cultivares de soja de primera se encontraron con granos manchados, brotados, con síntomas de podredumbre y con presencia de hongos: se estima una pérdida de 1,5 millón de toneladas de soja de primera, lo que representa un 50% menos que lo estimado cuando comenzó el proceso de cosecha oleaginosa», indicó el informe realizado de manera conjunta por las autoridades santafesinas y la bolsa de la capital provincial.
Por ello, se indicó que el escenario es «muy complicado» por la inundación de campos y pérdida de cultivos, aunque «la presencia de un centro de alta presión generaría buenas condiciones climáticas».
La previsión que presentó la bolsa santafesina indica que desde ayer y hasta el martes 3 de mayo se mantendría la estabilidad climática, con días de sol y marcado descenso de las temperaturas mínimas y con alta probabilidad de heladas.
Por ello, los especialistas admiten que «lentamente se reanudarán los procesos de cosecha de soja de primera, algodón, arroz y sorgo si el piso o el suelo lo permiten».
Respecto a la soja de segunda, su cultivo presentó hasta el momento un retraso de 39%, no dándose comienzo a su cosecha y cuando ya se están constatando y manifestando las primeras consecuencias del período húmedo con mortandad de plantas, encharcamiento y anegamiento de lotes.
FUENTE: DyN
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