Los yuyos recargados que ya ni al glifosato respetan siguen manteniendo en alerta a todo el mundo agrícola, obligando a los productores a manejar nuevas estrategias para cuidar a los cultivos y a los fabricantes de maquinaria agrícola -en este caso a los de pulverizadoras- a modificar los modelos.
Un trabajo de los ingenieros agrónomos Mario Bragachini y Federico Sánchez, del Inta Manfredi, sobre las tendencias en la fabricación de fierros hacia 2025 remarca que, teniendo en cuenta que “las malezas resistentes al glifosato serán el gran tema a resolver”, las máquinas que aplican los agroquímicos deberán abocarse a desarrollar sensores en el brazo de la máquina que se instalarán en “ruedas de apoyo” colocadas cada 2 metros o menos que detectarán la aparición de yuyitos.
Las máquinas también tendrán doble línea de aplicación de Agroquímicos: una con dosis constante para malezas recién nacidas y otra para control de pre-emergencia.
Entre otras modificaciones, también deberán contar con un segundo tanque con un “caldo” especial para controlar los manchones de malezas más grandes, que permita además aplicar dosis más altas.
El 85% de los agroquímicos en la Argentina se aplican con pulverizadoras autopropulsadas y de ello el 65% es realizado por prestadores de servicio (contratistas) con más de una máquina en la mayoría de los casos. El mercado de pulverizadoras en la Argentina en 2015 fue de 620 equipos autopropulsados y 210 de arrastre (tirados por un tractor); la inversión en dólares fue15% menor a 2014.
Nota aparecida en el Suplemento Especial Expoagro 2016, publicado junto al Diario PERFIL del domingo 13 de marzo. Para suscribirse al diario, haga click acá.
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