El índice de precios de los alimentos de la FAO bajó en enero, perdiendo un 1,9 por ciento respecto a su nivel de diciembre de 2015, con descensos de todos los productos básicos de los que hace seguimiento, en particular del azúcar. El índice se situó en enero en 150,4 puntos, un 16 por ciento respecto al mismo mes del año anterior y registrando su nivel más bajo desde abril de 2009. El índice de precios de la FAO se elabora sobre la base de los intercambios comerciales que hace el seguimiento en los mercados internacionales de los cinco principales grupos de alimentos básicos: cereales, aceites vegetales, productos lácteos, carne y azúcar.
Según la FAO «los principales factores que subyacen en la persistente disminución de los precios de los productos alimenticios básicos son los suministros agrícolas en general abundantes, una desaceleración económica mundial, y el fortalecimiento del dólar estadounidense. Este mes, la FAO elevó también su previsión de las existencias mundiales de cereales en 2016, como resultado de la reducción proyectada del consumo y el aumento de las perspectivas de producción en 2015».
El índice de precios del azúcar de la FAO cayó un 4,1 por ciento de diciembre, su primer descenso en cuatro meses, ya que las condiciones de los cultivos mejoraron en Brasil, con diferencia el principal productor y exportador de azúcar del mundo. En cuanto a los productos lácteos cayó un 3,0 por, lastrado por la abundancia de suministros, tanto en la UE como en Nueva Zelanda, y una escasa demanda mundial de importaciones. Por su parte, el índice de precios de los cereales se redujo un 1,7 por ciento (a 149,1 puntos) en un contexto de amplios suministros mundiales y el aumento de la competencia por los mercados de exportación, especialmente de trigo y maíz, así como la fortaleza del dólar EEUU.
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