Y un día fue realidad. Parecía que no iba a llegar nunca, pero para el agro, exausto como se lo ha visto en el último año, este anuncio parece traerle aire fresco. Una brisa que está lejos de terminar con todos sus problemas, pero que es una señal importantísima, especialmente para el maíz que todavía tiene chances de sumar hectáreas con las siembras tardías. Muchos hablan de «un dinamismo distino» en el interior, un respirar aires de cambio que al sector le da esperanzas.

Esta mañana, el presidente viajó temprano con toda su comitiva en temas de agro y le dio «música» a los oídos de los productores. Retencios 0 a todo. Menos a la soja que se mantendrá en niveles del 30% (bajó 5 puntos también).

Mas allá de los anuncios prometió que será «implacable» con los productores que evadan. «Hay que pagar los impuestos porque ahora los vamos a cuidar y administrar bien. No hay ninguna excusa. Si hay más ganancias, hay que pagar con alegría más impuesto a las ganancias. Porque ese impuesto es solidario, ayuda a que podamos seguir construyendo oportunidades para otros».

En campaña, Macri había prometido la eliminación total de retenciones, tanto en granos y carnes como en economías regionales, a excepción de la soja, para la que ideó una rebaja de cinco por ciento por año. Actualmente, los derechos de exportación para ese cultivo son del 35 por ciento, hasta donde los llevó el gobierno kirchnerista antes de la disputa por las retenciones móviles, en 2008. El trigo paga 23 por ciento; el maíz, 20; el girasol, 32; la carne, 15, y las economías regionales, cinco.

Con la eliminación de retenciones, es un giño del presidente Macri que busca alentar la liquidación de unos US$ 8000 millones en granos y el ingreso de dólares al Banco Central.