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05/11/2015

Para qué sirve una estación meteorológica

Caso testigo de un productor de Pergamino que, gracias a la utilización de la última tecnología, pudo aprovechar las condiciones del tiempo en un ciclo negativo.

La campaña sojera del 2007 dio malos resultados por donde se la mire, con rindes promedio a nivel nacional de sólo 21 qq/ha, pérdidas de casi 800.000 hectáreas sembradas y con un volumen a nivel nacional que sólo llegó a 33 millones de toneladas. Sin embargo, hubo algunas excepciones.

Ortiz Basualdo es una localidad cercana a Pergamino, zona núcleo sojera por excelencia, que también atravesó las consecuencias de La Niña ese año, con rindes promedio zonales de 20,5 qq/ha. Sin embargo, un productor que hace años está allí supo aprovechar las oportunidades que le ofrecen las últimas novedades tecnológicas. En su campo de esa localidad decidió una siembra de soja a principios de noviembre del 2008 que, luego de 5 meses de ciclo, dio resultados altamente satisfactorios.

Este productor monitorea aún hoy su campo desde sus oficinas en Buenos Aires. ¿Cómo lo hace? Con la estación meteorológica Pegasus, de la firma Tecmes, que transmite los datos de las variables meteorológicas tomadas del campo y cada 15 minutos obtiene un panorama en tiempo real.

La primera semana de noviembre de la campaña 2008 venía ya seca; sin embargo, el día 8 se registraron 3,25 mm en Ortiz Basualdo. Esto es lo que vio este productor que decidió inmediatamente que se iniciaran las labores de siembra ese día, aprovechando esos milímetros que dieron condiciones de humedad de suelo suficientes para la germinación de la semilla.

Sembró el 8 y 9 de noviembre casi 50 has. Casi un mes después, el 1 de diciembre, decidió otra siembra en las restantes 43 has. Con la decisión de sembrar a principios de noviembre gracias al adecuado nivel de humedad en el suelo, se logró que el período crítico de definición de rendimiento coincidiera con la primera semana de febrero, cuando se acumularon 27,5 mm.

En los lotes 1 a 6, donde se llevaron a cabo las siembras tempranas de principios de noviembre, los rindes promedio superaron la media de la zona, 22,5 qq/ha. Incluso en casi el 30% de la superficie sembrada en dicha fecha los rindes hasta superaron los 30 qq/ha.

En cambio, la segunda fecha de siembra arrojó a la cosecha rindes escasos, de menos de 15 qq/ha.

Si las condiciones generales fueron semejantes -cultivo antecesor, pastoreo durante el invierno, labores similares y la misma semilla-, ¿qué marcó la diferencia? Información oportuna y decisiones empresariales.

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