Las terminales portuarias del norte de Rosario se paralizaron ayer por una serie de piquetes y un paro que dispuso el gremio de la construcción, Uocra, de la ciudad santafesina de San Lorenzo.
Las protestas impidieron el ingreso del personal que trabaja en los puertos privados de San Lorenzo, Puerto General San Martín y Timbúes y de miles de camiones cerealeros, que no pudieron ingresar a las playas de estacionamiento de las agroexportadoras para descargar granos, en plena época de cosecha gruesa. Asimismo, una veintena de buques de gran porte no pudieron operar, informaron fuentes gremiales.
La medida de fuerza se llevó a cabo en defensa de 1.300 puestos de trabajo del sector de la construcción de la usina termoeléctrica «Vuelta de Obligado», en la localidad de Timbúes.
«Tenemos todas las terminales paralizadas y una treintena de buques de gran porte en muelles y en las zonas de fondeo sin poder operar. Las pérdidas son millonarias por un conflicto que no tiene nada que ver con las terminales de embarque», aseguró el titular del Centro Marítimo Rosario, Alberto Tello.
Por su parte, el secretario general de la Uocra San Lorenzo, Carlos Vergara, explicó que la medida de fuerza fue «al sólo efecto de ser escuchados».
«No pedimos ni aumento de salarios ni nada para nuestro gremio, solamente la recuperación de 1.300 puestos de trabajo» de la central termoeléctrica, manifestó.
Al respecto, se quejó: «Hemos tomado contacto con funcionarios nacionales, pero la obra no se reactiva. Es como si no le importase a nadie».
«Lamentamos mucho haber llegado a esto, pero no tenemos otro camino. Pedimos disculpas a los compañeros trabajadores que se ven afectados por esta medida, como sí también a la ciudadanía en general», dijo Vergara.
El sindicato de trabajadores de la construcción, desde hace más de dos meses, exige una respuesta al consorcio encargado del megaproyecto energético integrado por las empresas General Electric, la española Duro Felgueras y Fainse, que frenó la construcción de la tercera turbina y despidió a más de 1.000 operarios. Las compañías argumentaron que el aumento de los costos de construcción no les permite cerrar la ecuación económica de la obra. La Presidenta y el ministro de Planificación, Julio De Vido, inauguraron con un acto, en diciembre pasado, dos de las tres turbinas de la usina. Solo un mes después, las empresas concesionarias frenaron la construcción de la tercera turbina.
FUENTE: DyN
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