Las economías regionales exhiben hoy una situación de «quebranto» por la «pérdida de competitividad producto de la inflación, el aumento de los costos en dólares, el alto costo del financiamiento y la falta de infraestructura», según indicó ayer por la tarde un informe de la Mesa de Enlace.
«El campo no es solo trigo, soja y carne, sino también la realidad que padecen las economías regionales, con el cultivo de 2 millones de hectáreas y la ocupación de 1,5 millón de puestos de trabajos, que invierten cerca de $17.000 millones anuales», aseguró el presidente de Coninagro, Egidio Mailland.
Estos conceptos fueron expuestos durante una «jornada de esclarecimiento» promovida por el agrupamiento ruralista, que marcó el comienzo de un plan de lucha que proponen mantener las entidades gremiales empresarias del campo a lo largo de todo el 2015 en reclamo de cambios en la política oficial.
Desde la Mesa de Enlace se señaló que la caída en los niveles de actividad que enfrenta el cultivo de frutas, tabaco, azúcar, ajo y otras producciones más intensivas como trigo y maíz, así como también la cría de ovinos, pone en «riesgo la cadena de pagos» y con ello la situación que ofrece «la economía en el Interior del país».
Uno de los reclamos más urgentes está dado por la crisis que enfrenta el sector tambero, que pese a pedir una recomposición en el precio de la leche cruda, debió padecer en febrero un recorte de diez centavos en su producción primaria por parte de la industria.
«La actual situación de precios no alcanza para cubrir los costos de producción ante la descapitalización y el alto endeudamiento», explicaron desde los tambos.
En el caso de la producción de peras y manzanas, los productores afirmaron que la falta de destinos comerciales para su producción obligó a dejar unos 200 mil toneladas de fruta tiradas en los montes del Alto Valle, es decir cerca del 25% de la producción nacional.
Para el tabaco, se señalaron los efectos que dejó el granizo en el NOA, que llevó a perder un 10% de la producción, y las inundaciones ocurridas en Corrientes, donde se perdió cerca del 70% de la cosecha.
La problemática de falta de asistencia oficial, problemas de comercialización tanto interna como externa, y la situación de pérdida de competitividad por inflación y suba de costos en dólares alcanza también a otras actividades, tales como el azúcar, ajo, citrícola, algodón y la producción ovina.
FUENTE: DyN
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