La Argentina posee condiciones muy favorables para el desarrollo de la pesca marítima, actividad que se produce en dos regiones bien definidas: la patagónica y la bonaerense. En esta última, con una extensión de mil kilómetros –el 25% del litoral marítimo argentino– se desembarca el 85% del total de la pesca del país y representa el 75% del total de las exportaciones.
Durante 2013 se exportaron 191.351 toneladas de mariscos, un 46% más que en 2012. Los principales destinos fueron España con 72.639 toneladas (38%), China con 30.691 (16%) y Japón con 20.975 (11%). Los principales mariscos exportados fueron langostinos con 81.276 toneladas (42%), calamar entero con 59.795 (31%) y vainas de calamar con 34.987 (18%). Los mariscos representan el 41% del total de productos de la pesca exportados en 2013 y los réditos de la pesca en general conforman el 4% de las exportaciones del país.
En tanto, la producción de moluscos bivalvos en Patagonia Norte es exclusivamente para consumo interno. La mayoría de ellos va al Mercado Chino de Buenos Aires. Además, existe una sola planta habilitada para moluscos (la Terminal Pesquera Artesanal) y toda la producción de allí está destinada al mercado nacional.
En lo que respecta a los recursos fluviales, la Argentina posee un gran porcentaje en la cuenca del Río de la Plata, que incluye prácticamente la mitad del estuario. A ésta se suman las de los ríos Negro, Dulce, Colorado y otras secundarias, así como lagos y lagunas naturales a las que se han añadido reservorios artificiales (embalses) en los cuales prolifera la fauna ictícola.
“La actividad pesquera ha experimentando, a lo largo de los años, cambios estructurales de importancia como consecuencia de las modificaciones en la participación relativa en las capturas de las distintas especies explotadas, en la composición de las flotas en operación y en la estructura de comercialización de una cadena atravesada por la voluntad política institucionalizada para promover el sector y consolidar el proyecto de formalizar la actividad de pescadores artesanales”, explica Luis Carné, vicepresidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
En ese marco, el Senasa dirige, planifica y controla las actividades de fiscalización que, en el orden higiénico sanitario, se efectúan en los establecimientos destinados a la captura, el cultivo y la transformación de productos de la pesca y acuicultura, de acuerdo a la normativa vigente.
Estas actividades se basan principalmente en controlar que se cumplan los estándares de inocuidad para la importación y exportación de los productos de la pesca y acuicultura; inspeccionar establecimientos propuestos para ser habilitados para exportar; y elaborar y proponer normas y procedimientos referidos a la higiene e inocuidad en productos de su competencia.
Consumo de mariscos: beneficios y prevención
Los mariscos son sin duda uno de los alimentos más exquisitos que podemos poner en la mesa del consumidor. Sus propiedades nutricionales son muy similares a las del pescado y aportan grandes beneficios para la salud porque son ricos en proteínas, vitaminas y minerales, necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo.
Éstos proveen hierro, fósforo, zinc, yodo y potasio y poseen importantes cantidades de vitaminas A y B. Por ello, son uno de los mejores alimentos para prevenir enfermedades cardiovasculares, además de proteger contra el cáncer de próstata y de esófago.
En 2012, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca creó la Coordinación de Promoción del Consumo de Recursos Vivos del Mar con el objeto de desarrollar campañas nacionales de incentivo para el consumo de los recursos marítimos de nuestro país y acercarlos a los consumidores.
Así fue que durante 2013, el consumo de productos de la pesca fue de 9 kilogramos por persona, 2 kilos más que en 2012.
En este punto, es necesario destacar que existen ciertas pautas que se deben tener en cuenta para evitar intoxicaciones. Por eso, el Senasa brinda a las personas recomendaciones e información para un consumo sin riesgos.
“Las mareas rojas son fenómenos marinos que suelen presentarse entre primavera y otoño en las costas bonaerenses y que pueden afectar a la salud pública mediante la ingesta de mariscos no controlados, contaminados con biotoxinas y capaces de causar afecciones gastrointestinales, trastornos neurológicos y hasta dificultades respiratorias”, indica Gustavo Pérez Harguindeguy, director nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa.
Por eso, el organismo estatal recomienda no recolectar mariscos en las playas para el consumo casero ni adquirir preparaciones elaboradas con éstos en puestos callejeros o locales que no tengan habilitación bromatológica; sólo comprar o consumir mariscos en pescaderías o locales de comidas debidamente habilitados; y consumir alimentos que cuenten con los análisis sanitarios de organismos oficiales competentes dado que las toxinas producto de las mareas rojas no se destruyen con el agregado de limón, vinagre o alcohol ni se inactivan con la cocción.
19 de septiembre de 2014
Muy facil ponerse frente a la lista de Precios …y evitas intoxicarte con Mariscos …claro corres el riesgo de morir de un SUSTO